Comienza a regir desde el 1° de marzo en la provincia de Buenos Aires la ley 13.868, cuyo artículo 1° reza: Prohibir en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires, el uso de bolsas de polietileno y todo otro material plástico convencional, utilizadas y entregadas por supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general para transporte de productos o mercaderías.
La medida prevé su reemplazo por bolsas de papel reciclado, de malla, tela y otros materiales degradables, bíodegradables y reutilizables, y quedan exceptuados de la prohibición aquellos casos en que la mercadería a contener sean alimentos o insumos húmedos elaborados o preelaborados o que por cuestiones de salubridad y seguridad no puedan ser reemplazados.
“En el mundo se viene dando esta tendencia a eliminar los plásticos que no son biodegradables, que contaminan y que lleva siglos erradicarlos. A partir de eso, el Concejo Deliberante ha aprobado, en consonancia con la ley provincial, la eliminación de este tipo de bolsas que, desde el primero de marzo, los comercios no podrán expedir”, afirmó el titular de la dirección General de Información al Consumidor y el Usuario, Fernando Scanavino.
“Sí tienen la facultad de expedir bolsas que sean biodegradables y reutilizables”, aclaró.
“Nosotros vamos a hacer hincapié en la fiscalización, para que la nueva reglamentación se cumpla efectivamente. Esto es pensar a futuro, pensar en la ecología, y en un consumo responsable”, finalizó.
La contaminación en el mundo
Las bolsas de plástico tienen un promedio de 15 minutos de uso y tardan 150 años en descomponerse. Desde las organizaciones ambientales estiman que en el mundo se usan un trillón de bolsas al año, que para utilizarlas se consumen millones de barriles de petróleo (además de agua y energía) y que se recicla menos del 5% porque es más caro que producir nuevas. Pero no es el único problema. Cuando las bolsas no se desechan correctamente, vuelan con facilidad y afectan cursos de agua y espacios verdes.
Se calcula que hay unas 20 mil bolsas en cada kilómetro de los océanos del mundo: un porcentaje se acumula en el fondo y el resto pone en riesgo la vida de unos 100 mil mamíferos marinos al año. También generan inconvenientes de infraestructura en la Ciudad, un tercio de los residuos recolectados durante la limpieza de los arroyos entubados son bolsas plásticas. El material se acumula y forma diques que obstaculizan el escurrimiento de los pluviales aliviadores, lo que favorece los anegamientos.