Este miércoles 9 de noviembre, la Selección Mayor de la Liga Deportiva del Oeste hará su estreno en el Torneo Provincial que marcará su regreso a una competición oficial después de más de tres años. Para Diego Carpinella, su entrenador, será además la primera experiencia con un equipo diferente de Las Guerreras de la UNNOBA, al que conduce desde hace más de una década y que viene de coronarse tricampeón en el ámbito doméstico.
En la visita al representativo de Zárate, que tendrá lugar en la cancha de Defensores Unidos desde las 17.00, solo cinco de las dieciocho futbolistas elegibles formaron parte del selectivo, en aquel entonces dirigido por Sergio Barbagelata, que hizo su última participación en 2019: Romina Paye, Carolina Gauna, Belén González, Ludmila Reynoso y Melina Garialdi.
Las Fortineras integran la Zona 3 del Provincial, de la que además de su próximo rival forman parte Chacabuco y Pergamino, que también estarán enfrentándose mañana. Esta fase se jugará con partidos de ida y vuelta, por lo que cada equipo disputará al menos seis encuentros antes que se definan las clasificaciones a la siguiente instancia, a la que accederán los dos primeros de cada grupo y un mejor tercero; además de un representativo del Partido de la Costa que se clasificará de manera directa.
En la previa del debut, Diego Carpinella se mostró conforme con el trabajo de preparación que, entendiendo las limitaciones de no poder organizar tantas jornadas de entrenamiento, pudo realizar con las 40 futbolistas que forman parte de la nómina. Destacó también lo difícil de tener que seleccionar solo a 18 para cada partido y avisó que el equipo buscará ser siempre protagonista.
-Llevás mucho tiempo dirigiendo a Las Guerreras, acostumbrado a una dinámica de trabajo. La ventaja de esta nueva experiencia es poder elegir entre las jugadoras que más te gustan de cada club, ¿pero cuál es la parte más difícil?
-Lo más difícil es no tener tiempo de entrenamiento. Variamos un montón los días y horarios para darle la oportunidad a todas, porque si dejábamos fijo un día y horario iba a haber jugadoras que no íbamos a tener nunca. Tener el campeonato en instancias finales, sumado a que muchas trabajan, estudian, son madres… Se hace difícil encontrar el tiempo de entrenar y tenerlas a todas juntas. Si tuviéramos una o dos semanas para entrenar a full, los cuatro o cinco días, avanzaríamos un montón. Pero eso es imposible. Ahora hay clubes que ya me avisaron que empezaban a hacer la pretemporada y nosotros ni arrancamos este campeonato. Yo con UNNOBA lo puedo manejar, haciendo recreativo, mucho trabajo con pelota para bajar las cargas. Pero me voy a encontrar con chicas que pueden estar cargadas. Yo trato de hablar, de decirles que midan la exigencia, porque si no las vamos a perder nosotros en la Selección y los clubes también. Trato de ser muy preciso, muy práctico , para que se incorporen en lo inmediato los conceptos más básicos. Y con el transcurso de la competencia vamos a poder avanzar un poco más. De hecho, estoy conforme con las prácticas, con el amistoso que hicimos. Creo que estamos en buenas condiciones para competir.
-La plantilla es numerosa, de 40 jugadoras, pero solo 18 pueden ser convocadas a los partidos. ¿Cómo se trabaja para que todas se sientan parte y no se desanimen ante una ausencia?
-Es uno de los mayores desafíos. El hecho de que recién ahora está empezando la competencia va a marcar también con qué respuesta nos encontramos. La idea es tratar que entiendan que el campeonato es largo, ojalá que sea llegando hasta la última instancia, y es normal que el equipo que empieza jugando no sea el que termine. Puede haber lesiones, sanciones, complicaciones de la vida de cada una. Entonces, si todas se mantienen entrenando y con las ganas necesarias en algún momento se les va a dar. Incluso si no se da, es quedarse con la tranquilidad que dieron todo para tener una oportunidad. Nosotros ya tuvimos que sufrir lo de Nadia (Ramírez). Tremenda lesión antes de empezar una competencia. Y así, lamentablemente, es como puede pasar. También hay jugadoras que están en la lista y no están viniendo a practicar, pero confiamos en que pronto lo van a empezar a hacer. La competencia interna a nosotros nos ayuda mucho, porque es lo que te hace crecer. Si reducimos el número, nos perjudicamos todos. Yo percibo un buen ambiente, creo que se está armando un lindo grupo y que se va a terminar de confirmar con la competencia. La idea es que con el correr de los partidos se fortalezca y poder tener a todas a disposición. Después, la elección dependerá de la mirada nuestra, que podrá evaluarse justa o no. Trataremos que sea lo más justa posible.
-Imagino que en el armado de la primera convocatoria, si bien se puso en la balanza la asistencia a los entrenamientos, también influyó mucho pensar en las características de las jugadoras que mejor se adapten al esquema y el funcionamiento que buscan. ¿Fue ese el combo?
-Es tratar de lograr un equilibrio. El hecho de ir a practicar no asegura la titularidad o la convocatoria. Sí que va a tener muchas más posibilidades, porque al igual rendimiento vamos a priorizar a la que más fue. Pero necesitamos ese equilibrio, porque esto es una competencia de selecciones y tenemos que tener en cuenta que es amateur. Entonces, la chica que no fue a entrenar y mandó a decir que trabajaba, ya después está en cada una entender que yo no puedo sacar a una chica que está trabajando y no pudo ir a entrenar pero tiene ganas. Muchas veces la que no fue no es que no quiere, sino que no puede. Nosotros en el grupo interno pedimos que se comunique si se va, si no se puede ir y por qué, así todas están enteradas. También hay chicas que tienen unas capacidades bárbaras pero que por ahí no van a poder pelear la titularidad en estos primeros partidos porque la inasistencia fue mucha y en muchos casos sin explicación. Con todo eso tratamos de tener un equilibrio.
-En el transcurso del último torneo de la Liga hubo situaciones poco felices que tuvieron al equipo que dirigís involucrado y también a clubes que hoy tienen representantes en Selección. Temí que eso pudiera afectar el clima de trabajo. ¿Se logró separar?
-Ya hablamos con el grupo. A mí me parece que hay cuestiones en las que no tiene que haber dudas, más allá de la camiseta. Acá estamos en una movida de hacer crecer al fútbol femenino, de valorarlo y cuidarlo. Ante eso, está claro el mensaje que se baja. La verdad que yo no noto ningún malestar. Y también ya es algo hablado con el grupo que al lugar que vayamos la intención tiene que ser siempre respetar a las jugadoras de las otras selecciones que hacen el mismo esfuerzo que nosotros y que están luchando por el fútbol igual que nosotros. Adentro del campo se juega y se trata de ganar. Pero se terminó y se terminó. Se da la mano, se festeja sin burlarse o se reconoce la derrota. Cualquier mala acción de una jugadora nuestra en ese sentido puede ser motivo de que no vuelva a integrar la Selección. Por eso, en relación a los episodios que vos mencionás, creo que tiene que quedar claro que cualquier jugadora de cualquier equipo podría haber estado en una situación así y no es algo que queremos que suceda. No es la camiseta, es ponerse en el lugar de la otra. Si no se cuidan entre ellas, ahí está el problema. Traté de ser claro en el mensaje. Pretendo que eso se respete y creo que se va a respetar. La idea es encontrarse con una Selección que sea buena competidora, que se maneje con respeto y deje bien parada a la Liga.
-En relación al estilo de juego, siendo tan pocas las posibilidades de tener al grupo para entrenar, ¿te le vas a animar a una línea de tres como en UNNOBA?
-Vamos a tratar de ser prudentes. En primer lugar porque desconocemos la competencia que vamos a tener. En lo particular tenemos la experiencia con UNNOBA de la Copa Federal, que te encontrás con estilos diferentes que en la previa mucho no conocés. Vamos a ser prudentes, porque lugar para empezar a arriesgar un poco más vamos a tener, porque es larga la competencia, de ida y vuelta. Al no tener tiempo de entrenamiento no queremos salir a arriesgarnos a tener errores que nos pueden costar caro. De todos modos, tenemos la intención de ser siempre protagonistas por respeto a la Liga y a las jugadoras que tenemos. Pero vamos a tratar de tener un orden, por ejemplo con la línea de cuatro defensoras. Por ahí el día de mañana termina siendo de tres. Y hay jugadoras con mucho juego, entonces más allá del esquema se van a romper líneas por la propia calidad de esas jugadoras que tenemos. Es una competencia con seis partidos de inicio y hay que ser inteligentes para afrontarla.
-¿Es mayor el desconocimiento de los rivales incluso que en Copa Federal?
-En Copa Federal tenía mucha más data. Con equipos podías llegar a ver más. En selecciones se lleva mucho tiempo sin competencia, se han hecho pocos amistosos. Con los equipos, si te ponías a buscar veías fragmentos de partidos, goles, algunas características que te ayudaban. Acá cuando querés buscar es muy poco lo que se encuentra. Sí vamos con la idea de que vamos a encontrarnos con equipos competitivos. En Copa Federal, La Emilia nos jugó más o menos como esperábamos, pero después nos encontramos con Juventud que nos salió con tres puntas y era algo que no esperábamos. Por eso hablo de tomar algunos recaudos, de estar ordenados y después iremos viendo con el correr de la competencia. Uno también está acostumbrado a dirigir y ya en los primeros 10 minutos podés hacer un primer análisis de fortalezas y debilidades del rival para reacomodarte. También es importante el banco de suplentes que te permite armar una selección, con muy buenas jugadoras que te dan la posibilidad de tener variantes dependiendo de cómo está parado el otro equipo.