Si bien estaba previsto que las canchas de fútbol cinco que se alquilaban en la ciudad pudieran volver a funcionar a partir del 1 de septiembre, la situación sanitaria en relación a los contagios de Covid-19, en su etapa más alta desde la llegada de la pandemia al país, obligó a las autoridades municipales a dar marcha atrás con este permiso.
Desde hace algunos días, Villa Belgrano venía haciendo una importante promoción en sus redes sociales oficiales de la reapertura de sus canchas sintéticas, para las que hicieron una considerable inversión, y fue por eso que Junín24 dialogó con su presidente Diego Yacullo sobre este cambio de planes.
«Hoy lo avisaron desde Deportes. De mi parte puedo decir que lo veíamos venir, que era muy posible que esto pasara. Cuando se anunció que la apertura de las sintéticas iba a ser el primero de septiembre, la situación sanitaria de Junín era diferente. A nosotros nos perjudica porque era una entrada importante, ya que las sintéticas de Villa son del club«, manifestó.
Sin embargo, remarcó que quienes más afectados saldrán con esta marcha atrás serán aquellos que tienen dicha actividad como su principal fuente de ingreso: «Nosotros nos acomodaremos y seguiremos como estamos. El problema es para la gente que vive de las sintéticas, que no tuvieron ningún subsidio ni las posibilidades de recuperarse que sí tuvieron otros comercios. O los clubes que tienen las sintéticas privatizadas, que no están recibiendo el alquiler».
En lo personal, Yacullo dejó en claro que no le parecía el momento de volver a abrir la actividad, aunque sí dijo entender la necesidad de quienes viven de ella, como tampoco está de acuerdo con la pronta vuelta de los entrenamientos. «Hay actividades que por espacios y por cantidad de quienes las practican se pueden manejar, pero nosotros entre fútbol femenino y masculino tenemos 500 personas. Tenerlos en grupos de diez, más allá de los espacios que los podemos tener, es inviable porque no tenemos ni los recursos para pagar más horas a los profes, ni los tiempos. Más en esta situación sanitaria que va en escalada. Entonces pensamos que si pudimos esperar cinco meses, podemos esperar seis y pico para ver qué pasa y evitar un problema mayor», analizó.
LA RESISTENCIA
Si bien los clubes han seguido cobrando el subsidio mensual de 7.500 pesos, algo que Yacullo valoró remarcando que en otros municipios se dio de baja, la crisis sanitaria que provocó la pandemia de coronavirus ha afectado y mucho a los clubes de la ciudad. Esto ha requerido a las diferentes dirigencias agilizar el ingenio, ponerse creativos y dar lugar a nuevas formas de generar ingresos y con ellos alzar la bandera de la resistencia.
«Los primeros meses del coronavirus fueron difíciles porque se nos cayó muchísimo la cobranza, los sponsors. Pero en los últimos meses lo fuimos recuperando. Hicimos una campaña de socios, equilibramos la cantidad de socios que se borraron por la situación económica con los nuevos. Implementamos la tienda online. Se hicieron socios desde el extranjero. Hicimos marketing online y con eso sumado a algún ingreso más que tenemos, porque los alquileres de los salones y la sintética se nos cayeron todos, fuimos subsistiendo. También haciendo una reducción importante de gastos. Más o menos podemos estar equilibrados», contó.
Claro que como aliados contaron con el sentimiento incondicional del hincha villero, que dicen es distinto a todos que también fue muy valorado por el presidente del club: «No me sorprendió porque el hincha de Villa es muy de estar presente, de colaborar y de buscar la manera de siempre, más allá de las dificultades, ayudar. Costó el tema online porque para muchos es algo nuevo, pero la gente respondió muy bien y lo vamos a mantener. Ojalá que siga creciendo».
EL SENTIDO SOLIDARIO
Desde el inicio de la pandemia, el nombre del Club Villa Belgrano se vio involucrado con diferentes acciones solidarias destinadas a alivianar la situación de quienes han sido más afectados por la crisis que provocó el cese de muchas actividades. Allí, Diego Yacullo contó que si bien la institución se involucró con todo lo que pudo, mucho han tenido que ver las iniciativas de los diferentes deportistas que defienden la ve azulada.
«Algunas acciones se hicieron directamente de parte de la institución, como juntar bolsones y dar alimentos a personas que conocemos del entorno del club. Pero fundamentalmente, como la acción de olla popular, la hicieron desde el fútbol de primera y peñas del club. Nosotros aportamos con darles el espacio y las redes para promocionarlo, pero fue una movida de ellos. Por ahí uno como club podría hacer mucho más, pero la situación nos obligó a generar ingresos para por lo menos salir empatando de esta pandemia, con el club en orden.
LAS OBRAS
Mandato de una dirigencia que desde que llegó ha tenido por objetivo hacer crecer al club de sus amores fue involucrarse con una serie de obras ambiciosas que no solo embellecerán su fachada sino que además serán de gran utilidad para socios y deportistas. Acá también la pandemia metió la cola, pero no impidió que se redoblaran los esfuerzos para seguir adelante con los trabajos más urgentes, postergando otros para cuando el Covid deje de apretar.
«Nos quedamos con la obra prioritaria que era terminar el túnel y los vestuarios. Lo queríamos hacer porque pensamos que por ahí todo esto pasaba rápido y teníamos que empezar el torneo. Necesitábamos tener las instalaciones listas. Hicimos un esfuerzo importante, con dirigentes que se involucraron directamente en la mano de obra para bajar costos. Darío Masino estuvo a cargo de la mayoría de las obras. Gracias a Dios pudimos terminar y seguir con algunas más ahora, sabiendo que tenemos margen de tiempo sin actividad», detalló Diego Yacullo.
Y agregó: «En stand-by quedó la pensión que estábamos haciendo para 24 jugadores, que está en un 70 u 80 por ciento; el SUM, al que le faltan terminar detalles de piso, pintura y alguna cosita más; y el predio de entrenamiento que tenemos cedido por la Municipalidad, que la idea sigue siendo tenerlo listo este año pero de momento lo paramos totalmente».
