Estuvo seis meses pidiendo un cambio en el trabajo a partir de una mala relación con una compañera. Nunca le dieron una solución. El 14 de junio pasado llegó a trabajar y le habían puesto un producto de limpieza en el termo que utilizaba para tomar mate. Terminó internada y más de un mes después continúa medicada. Estuvo con ART hasta la semana pasada que fue cuando retomó sus tareas. Pero el lunes por la tarde, telefónicamente –vía Whatsapp-, la encargada de la empresa en Junín le informó que no se tenía que presentar a trabajar.
Desde entonces –la comunicación no fue formal-concurre diariamente a la UDAI II de Ansés –donde debe cumplir sus funciones laborales- se presenta como corresponde legalmente y permanece en la puerta ya que tampoco le permiten la entrada. Más aún, todo sucede mientras la justicia federal investiga el posible intento de envenenamiento. Todo ello a pesar de las bajas temperaturas y su situación de salud. Antes de conocer la historia en boca de Valeria Montero, es importante resaltar que el líquido que ingirió es un producto tóxico que puede tener efectos graves en el organismo. Quemaduras en vías respiratorias o tracto gastrointestinal que llega a provocar la muerte de tejidos.
LA HISTORIA
Junin24 dialogó con Valeria Montero, para conocer detalles de la situación que está viviendo mientras espera respuestas por parte de la empresa platense que presta servicio en organismos oficiales, para la que trabaja desde hace una década. “Yo ya venía pidiendo un cambio-de sección u horario-, desde hacía seis meses, por problemas con una compañera y evitando ir al choque”. Pero el 14 de junio terminó intoxicada con un producto de limpieza tóxico que le habían puesto al agua del termo. Terminó internada. Aún hoy continúa con medicación y control médico. Con más certezas que dudas, radicó una denuncia penal que tramita la justicia federal ya que el incidente tuvo lugar en las oficinas de la UDAI II.
EL TRABAJO
Lugo de cumplir con lo establecido por la ART, el viernes de la semana pasada Montero volvió a su trabajo. El lunes fue un día normal hasta que en horas de la tarde recibió en el teléfono un whatsapp de la encargada en Junín, Claudia Patrón, en el que le decía que “el martes no me tenía que presentar a trabajar”. Como la comunicación había sido informal, “hablo con mi abogado y me dice que me tengo que presentar porque no había nada escrito”.
Llegó el martes, “me puse a trabajar como todos los días hasta que bajó la segunda jefa de la UDAI y me dijo que me tenía que retirar porque estaba desafectada”. “Llamé a la encargada y no me atendió. Hablé con el supervisor que me contestó que no me podía dar una solución. Llamé a la empresa y me dijeron que quien había hecho el cambio había sido Lucía Astudillo, desde Anses”.
Pero eso “no es cierto porque siempre estuvo dispuesta a ayudarme y aunque hasta el lunes está de vacaciones hablé con ella y que tengo a mi disposición sus mails”. La realidad es que mientras tanto, la empresa Martín y Cia. no formaliza absolutamente nada y Valeria Montero –con diez años de antigüedad- sigue presentándose en una dependencia donde tiene la entrada vedada. Y se queda en la puerta para que nadie pueda decir que hizo abandono de trabajo y la despidan con causa. “Voy a las 11 y me quedo en la puerta con este frío” pero no le queda otra.
En síntesis, la persona sindicada como “la responsable de la intoxicación –que es prima de la encargada de la empresa- no recibió siquiera una sanción. La justicia federal avanza –el martes me llamaron a ampliar la denuncia- en una causa penal, la empresa me dice que estoy desafectada pero por teléfono. Y yo sigo esperando en la puerta”. Alguien debería haber intervenido a esta altura. Ya sea desde Anses que es el organismo oficial que contrata el servicio de Martín y Cía. como desde el Ministerio de Trabajo.
