Se trata de Exequiel Sanso, de 17 años, quien desapareció luego del triple crimen de su madre, su sobrina y su padrastro. Los crímenes ocurrieron tras el brindis de fin de año.
El triple crimen de Melchor Romero aún no pudo ser resuelto y la investigación recae, por estas horas, sobre el adolescente de 17 años que desapareció tras la masacre.
Sin pistas firmes sobre su paradero, el fiscal Marcelo Martini pidió la colaboración de la población para intentar encontrar al joven identificado como Ezequiel Omar Horacio Sanso, por lo que autorizó difundir su foto por todos los medios de comunicación.
Su búsqueda es por “averiguación de paradero” y no existe por el momento ningún pedido de captura en relación al triple crimen.
Al respecto, Martini destacó que “no hay orden de detención contra el adolescente porque no hay imputación contra él”, y agregó: “Yo no lo acuso de nada, su ausencia no se explica y por eso estamos pidiendo se averigue su paradero”.
El fiscal aseguró a Télam que envió un oficio al Ministerio de Seguridad bonaerense para que, además, se ofrezca una recompensa.
No obstante, fuentes de la cartera a cargo de Sergio Berni explicaron que solo se puede ofrecer recompensa para quienes aporten datos para encontrar a personas prófugas, y este no es el caso.
El adolescente vivía con su madre Graciela Holsbak, y su padrastro Raúl Bravo en la casa de las calles 523 entre 164 y 165 de Melchor Romero, en la periferia de La Plata, pero no estaba en la vivienda cuando se descubrió homicidio.
Los forenses lograron determinar que Bravo falleció como consecuencia de “una herida a la altura del corazón, que ingresó por el lateral”, mientras que Holsbak presentaba “una herida mortal a la altura del abdomen” y fue la víctima que más lesiones presentaba en su cuerpo.
En tanto, la niña Alma Manino “murió por una herida cortante en el cuello”, determinaron los peritos que practicaron la autopsia.
Según declararon algunos vecinos, Sanso fabricaba y era experto en cuchillos. Esa destreza y su ausencia lo ubican como el principal sospechoso de los homicidios que se cometieron con una cuchilla de 4 centímetros de alto.
“La mecánica del agresor para perpetrar su ataque se dio con mayoría de cortes y no con lesiones punzantes, usando el arma blanca como si fuese un látigo“, aseguró una fuente judicial.
Además, los peritos constataron que “las lesiones fueron cortantes en las zonas del cuello, tórax, manos y brazos, estas últimas compatibles con maniobras defensivas de las víctimas y cada una de las víctimas recibió alrededor de 13 heridas cortantes”.
El fiscal Martini contó que los otros seis hijos de Holsbak ya prestaron declaración pero “están conmocionados por lo que pasó, no han podido aportar mucho por ahora”.
Fuente: Radio Mitre