Desde la vecina localidad de Chacabuco se han cursado dos graves denuncias contra Daniel Alberto Passarella, exjugador de la Selección Argentina con la que fue campeón mundial en 1978, de River y de Sarmiento de Junín entre otros clubes.
Una es la causa de filiación de Cristian Daniel, quien sería el hijo no reconocido por el expresidente de River y que actualmente está privado de su libertad. La otra proviene de Mábel Nélida Zábala, madre de Cristian Daniel, quien inicia una causa por abuso sexual cuando ella tenía tan solo 16 años.
El Doctor Christian Raúl Bouza, abogado de ambos denunciantes, dialogó con Junín24 al respecto. «Más que nada yo estoy en la parte del derecho a la identidad, del derecho al apellido de Daniel. En todos estos años, según me cuentan él y la familia, ellos siempre tuvieron acercamientos con Passarella y su entorno. Lo que me narra Daniel es que habían llegado como a un acuerdo, que lo ayudó muy esporádicamente con una cuota de alimentos muy baja y quedó ahí. Pero él ahora va por su identidad, por el derecho al nombre. En todos estos años hubo actuaciones previas con algunas irregularidades. Yo ahora voy con un juicio totalmente nuevo. Hubo dos mediaciones y hubo contacto con el entorno de Passarella y con sus representantes legales. Parecía que se iba a solucionar pero no se llegó a buenos términos. Así que en lo que me respecta en el juicio de filiación, lo voy a continuar«, expresó.
Y agregó: «Después surgió lo de la mamá, que lo va a hacer por propio derecho iniciando una denuncia penal por abuso sexual, porque en el momento de la gestación de Daniel el padre alegado ya era una persona mayor de edad. Es algo que la señora quiere hacer, que siempre tuvo pendiente y que quiere materializar en la justicia. Son dos causas diferentes. Cada persona tiene el derecho de peticionar, de denunciar, de ir a tribunales y exponer lo que le puede haber pasado. Después la Justicia dirá. Pero son dos temas diferentes».
En relación a la denuncia de Cristian Daniel, el Dr Bouza explicó que nunca prescribe el derecho al reclamar el nombre, incluso cuando hubiera alguna cosa juzgada, pues existen precedentes en la Corte que demuestran que ese efecto es relativo. «Es un derecho personalísimo, un derecho sagrado que le corresponde, que nunca lo tuvo y que le trajo muchísimas consecuencias en lo personal», destacó.
También reconoció que si bien no será fácil probar ambas denuncias, hay buenas expectativas en relación a las dos demandas. «Los dos casos son difíciles. Obviamente como profesional no puedo asegurar el resultado, sí la garantía de trabajo. En relación a la filiación, si no hay una voluntad conciliatoria del otro lado va a llevar tiempo, porque es un juicio nuevo que se va a encontrar con trabas, con chicanas que se pueden llegar a presentar. Pero no es imposible. Lo que buscamos es que se haga el ADN y a partir de ahí se va a determinar su identidad«, dijo.
Y agregó: «Respecto a la faz penal que la señora está decidida a hacer, lo que tenemos en contra es el tiempo porque es un delito que se cometió cuando la señora era menor de edad, pero no es obstáculo para que la UFI, la fiscalía interviniente, instruya la causa, solicite pruebas y después determinará. Hay criterios de Corte en ciertos casos que hablan del juicio de la verdad, de arribar a la verdad y saber lo que pasó, independientemente del resultado que determinarán los jueces con la prueba. Pero las expectativas son buenas, seguir lo vamos a seguir. Daniel está firme en que quiere su apellido y la señora está firme en su decisión de hacer esta denuncia».