Alika Kinán, víctima de trata que logró condenar a sus captores, fue distinguida por el Departamento de Estado norteamericano, con el premio «Héroe contra la trata de Personas» el cual reconoce su «extraordinario coraje para buscar justicia contra sus captores y sus esfuerzos para asistir al gobierno argentino en el enjuiciamiento y prevención de casos de trata de personas».
Kinán, la primera mujer del país víctima de trata de personas que se convirtió en querellante y logró una condena contra sus captores, recibió el premio de manos del secretario de Estado, Rex Tillerson, y de la asesora presidencial, Ivanka Trump.
Aceptó el homenaje «por lo que puedo conseguir después para poder ayudar a las víctimas», según dijo en diálogo con la prensa desde una de las oficinas del Departamento de Estado y en un impasse de su agitada jornada.
Sostuvo que el reconocimiento del gobierno de Estados Unidos «debería ser para tantísimas víctimas que han atravesado procesos de trata, que hoy están enfrentando guerras internacionales, que están tratando de salvar sus propias vidas y las de sus hijas», dijo lamentándose luego de que el homenaje no haya llegado «de igual manera en Argentina o en la provincia donde fui rescatada (Ushuaia), donde incluso dudaban de que fuera víctima de trata».
En ese sentido, espera que con este premio se abran puertas en nuestro país que permitan lograr «políticas públicas para las víctimas, una ley que proteja a las víctimas de trata» y que se implementen «políticas intermedias» para que cubran ese hueco de protección actualmente inexistente como las situaciones que van «desde el momento del allanamiento para que puedan llegar sanas psicológicamente y físicamente al juicio».
La mujer, que fue rescatada en 2012 del local nocturno «Sheik» ubicado en Ushuaia, sostuvo que cada provincia tendría que elaborar sus políticas «según sus propios presupuestos y acorde a las necesidades de las víctimas» que varían según cada caso, y capacitarlas para que puedan seguir adelante con sus vidas.
«El gran problema de la trata con fines de explotación sexual es la prostitución. El gran problema de la prostitución es el hombre que consume prostitución» y para combatir eso hacen falta leyes que penalicen al cliente, algo que su abogada, Marcela Rodríguez está buscando llevar adelante con la presentación de proyectos sobre la materia.
Más allá de las dificultades, Kinán mencionó modelos como el sueco que penaliza y a su vez crea políticas públicas para asistir y acompañar a las víctimas, que sirven de parámetro para la implementación de políticas que busquen erradicar esta problemática. Algo que Francia también tomó y está implementando con éxito.
La manera de atacar la trata es, para Kinán, «golpeando las puertas del Congreso, de la Cámara de Diputados, de la de Senadores. Esas son las herramientas para exigirles a los poderes políticos que sancionen leyes que nos protejan y nos conviertan en sujetas de derecho».
El mensaje para los hombres, «es pedirles que hagan un cambio de conciencia» porque «la prostitución es el privilegio que tiene el hombre de poder consumir el cuerpo de las mujeres. Tenemos que desterrar ese privilegio. Y el hombre que se considere feminista lo primero que tiene que hacer es dejar de consumir prostitución», concluyó Alika Kinán.