Ocurrió durante las últimas horas de la tarde y primeras de la noche de ayer y podría concentrarse en tres puntos diferentes de la ciudad.
El accionar de delincuentes que terminó con el trabajo de efectivos del Comando Patrullas, podría haber sido una tragedia
El primero de ellos se registró cuando un grupo de menores jugaba a la pelota en la Plaza Evita y de manera sorpresiva llegaron tres individuos, al menos uno de ellos portando un arma de fuego.
Allí efectuaron al menos un tiro amedrentando a los cuatro chicos para robarles la pelota. Milagrosamente no hubo heridos por lo que se presume, habrían disparado al aire.
Asustados y ante la intervención de testigos ocasionales comenzaron a convocar a personal policial.
Mientras tanto, los delincuentes siguieron camino –se trasladaban en moto– y al llegar a las inmediaciones de Arquímedes y San Lorenzo, interceptaron a un adolescente menor de edad que se movilizaba en moto, le efectuaron un disparo que le rozó el pie, para apoderarse del rodado con el que se dieron a la fuga.
Lo que los sujetos no imaginaron era que la moto prácticamente tenía vacío el tanque de combustible y a poco de emprender la huida, se les iba a detener.
Si bien la dejaron abandonada –trascendió que sobre calle Italia–, antes de alejarse la iban a intentar prender fuego.
Mientras tanto, la víctima alcanzó a llegar a su domicilio desde donde pidieron una ambulancia que una vez en el lugar, lo asistió ya que estaba presa de una crisis nerviosa y con un pie lastimado por la bala que le había rozado un dedo en uno de sus pies.
Para ese entonces, alertado personal del Comando Patrullas y con el acompañamiento de las cámaras del COM, ya se había iniciado la búsqueda de los jóvenes delincuentes.
No menos de cuatro patrulleros detectaron a los delincuentes en inmediaciones del FONAVI y a poco de las instalaciones deportivas del Club Rivadavia.
Con una actitud preocupante, para evitar ser interceptados llegaron a intentar amedrentar a los policías cuando se vieron “perdidos”.
En la fuga, uno de los sujetos se descartó del arma de fuego pero con poca suerte ya que se pudo recuperar una vez que los uniformados lograron aprehender a dos de ellos que luego se iba a saber, eran un mayor y un menor de edad.
Para esa hora se repitió un lamentable “clásico” cuando algunas personas comenzaron a arrojar piedras contra los uniformados.
En síntesis, la locura protagonizada por tres jóvenes inadaptados concluyó con la moto robada recuperada y los involucrados a disposición del fiscal del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.