El equipo ideal del Torneo Anual 2023

Este lunes, representantes de la Liga Deportiva del Oeste y de los clubes que la conforman llevaron adelante la reunión que definió las fechas y el modo de disputa del Torneo Clausura, predecesor de un novedoso Torneo Anual que se disputó con formato de todos contra todos y playoffs, y que coronó a UNNOBA como campeón.

La posibilidad de ver a todos los equipos enfrentarse entre sí, para luego quedar emparejados en distintas definiciones en función de un orden de jerarquía demostrado durante esa primera instancia, permitió también un análisis y un conocimiento más profundo de los once planteles que compitieron en Primera División, como así también de las progresiones individuales a lo largo de una cantidad de partidos que reduce el factor suerte y premia la regularidad.

En ese sentido, desde Junín24 Fútbol Femenino elaboramos el que a nuestro entender fue el XI Ideal del Torneo Anual 2023, donde conviven futbolistas que no hacen otra cosa que confirmar su condición de grandes figuras y referentes de nuestro fútbol con otras que llegaron para demostrar que también hay un enorme futuro al que apostar.

ROCÍO LAMELZA (SARMIENTO): Aunque le tocó ceder algunos partidos para que tuvieran minutos las arqueras que bajaron ocasionalmente desde AFA, Rocío Lamelza terminó consolidándose como la custodia del arco de Sarmiento en la Primera División de la Liga Deportiva del Oeste y demostrando cualidades que la destacan como una arquera con todo el libreto técnico bien aprendido.

GISELA SUSI (UNNOBA): Hizo de la experiencia una fortaleza para contener a quienes podían doblarla en velocidad para desbordarla, pero se toparon una y otra vez con su oposición tiempista, exacta. Lo mismo cuando le tocó ser a ella quien propusiera los ataques, con amagues para ahorrar tranco, con pase preciso y sin vergüenza cuando tocó rebolearla y oxigenar. Clave en defensa y en ataque, engranaje necesario para que fluyera la máquina de Las Guerreras.

AGOSTINA DIZ (SARMIENTO): A veces en la zaga, a veces en mitad de cancha. La mohicana de Bragado demostró que hacerse una futbolista echa y derecha no es una cuestión de edad, sino de aprendizaje. De marca pegajosa, incansable, pero dueña de un manejo de pelota que justifica la tentación de adelantarla varios metros en la cancha. Su virtud, la simpleza. Su ejemplo, la seriedad con la que asumió cada partido, en la victoria y en la derrota.

JENNIFER GARAYALDE (UNNOBA): Una vez más fue la encargada de liderar la defensa de Las Guerreras, por momentos desprotegida por la ambición ofensiva del equipo pero siempre a tiempo para el cierre que reduce el peligro de incendio. Con la pelota en los pies, se vuelve un eslabón más en la construcción de juego, sea desde el pase corto o los lanzamientos. Imprescindible.

YAMILA ASTRADA (ORIGONE): En un torneo con muchos altibajos para su equipo, mantuvo siempre la regularidad que hace rato la califica como una de las mejores futbolistas que tiene la Liga Deportiva del Oeste. Comprometida en la recuperación, su principal aporte estuvo en el ataque, brindándose siempre como opción para hacer bien ancha la cancha desde la derecha y generando nexos entre el mediocampo y el ataque con sus escaladas.

YANINA GRECO (B.A.P.): Su arribo tardío no evitó que se convirtiera en una de las futbolistas claves de un equipo Ferroviario que volvió a subirse al podio mayor. Para eso, hizo de todo, porque le tocó ocupar lugares en la defensa, en la mitad de la cancha y ser incluso referencia de ataque. Fue, también, la futbolista más desequilibrante que tuvo B.A.P en la ofensiva, exigiendo desde la gambeta y con mucho sentido para asociarse en los ataques más elaborados.

MICAELA NAVONE (UNNOBA): Tan simple y tan difícil a la vez como darle la pelota siempre a la que lleva su misma camiseta. Así, sin urgencia de protagonismo, hizo funcionar como un reloj el mediocampo de la UNNOBA. Capaz de resolver la descarga en un solo movimiento, pero también de cuidar la pelota hasta detectar la mejor opción, siempre con la premisa de que esa participación sea con el fin de ganar metros, nunca de retroceder. Delicada para el toque corto. Filosa para el lanzamiento largo. Guapa para chocar y ser chocada. Tan difícil como jugar tan simple como ella.

JUANA GARAYALDE (UNNOBA): El mérito que podría significar para cualquiera la exclusiva mención como gran goleadora del Torneo Anual, con 14 tantos y poniendo la firma en todos los partidos de máxima exigencia para Las Guerreras, a ella incluso le queda corto. Porque más allá del gol, otra vez fue bandera del fútbol de un equipo que lleva cinco coronaciones consecutivas. A su liderazgo, las palabras le sobran. Porque se construye desde la pelota en los pies, pero contagia al corazón y la cabeza de las que la rodean. Quien pudiera habitar donde nace el fútbol y donde termina.

LUNA GALLARDO (B.A.P.): La capacidad de destacarse cuando el equipo juega bien, pero también cuando el equipo juega mal, define el torneo que disputó la todoterreno que tienen a disposición Las Ferroviarias. Al sacrificio que no negocia, le sumó mucho mayor atrevimiento en el manejo de la pelota, vocación ofensiva y su cuota goleadora más alta en Liga Deportiva del Oeste, para que recibir los abrazos de gol dejara de ser una rareza para volverse una costumbre. Una maquinita capaz de generar peligro de la nada. Un dolor de cabeza para cualquiera que ataque o defienda por su banda, porque siempre es a la última que se le acaba la nafta. Si se le acaba…

FRANCESCA ÁLVAREZ (SARMIENTO): Ante la gran demanda de futbolistas que requiere una liga que presentó once equipos en competencia, debutar a temprana edad en Primera División bien podría haber dejado de ser un mérito en sí mismo, sino más bien una necesidad. Claro que tener 14 años y jugar como si se tuvieran ya varios torneos en el lomo, aportar 9 goles a la campaña de un equipo que regresó a una final después de más de dos años y asumir responsabilidades que podrían pesarle incluso a quienes la doblan en edad, convirtieron a la de Pergamino en la gran revelación del Torneo Anual.

SOFÍA BORSALINO (UNNOBA): De menor a mayor. La mejor versión de Sofía Borsalino se vio en el tramo final del torneo, superada una lesión que la marginó algunas fechas. En esos partidos en que la dificultad fue en aumento y en que cualquier traspié podía costar el doble, sacó a relucir su don de goleadora, pero tuvo además mucha implicancia ya sea para la construcción como para la finalización del juego colectivo. El gol de la final, un poema.