Escribe: Victoria Muffarotto, Concejal Unidad Ciudadana Junín
La economía de nuestro país no esta bien. Lo intuimos, lo palpitamos, lo vemos, lo vivimos, lo padecemos. No necesitamos ser economistas de carrera para darnos cuenta que algo no esta funcionando del todo bien. La “lluvia de inversiones” nunca se produjo, no vemos aperturas de nuevas industrias, los salarios perdieron poder adquisitivo, no hay generación de empleo genuino; por el contrario, vemos como día a día pequeños comercios cierran sus puertas, vemos como a las familias les cuesta mucho mas llegar a fin de mes o directamente no pueden llegar y deben endeudarse para saldar sus deudas recurriendo a prestamos usureros, hay poco trabajo, las tarifas de los servicios son cada vez mas altas, los alimentos son cada vez mas caros, las tasas de interés por las nubes lo que no incentiva la inversión productiva y ni hablar del sector de la construcción. Los materiales cuestan el doble, muy poca gente tiene hoy la posibilidad de comenzar a construir o remodelar su casa, por lo que la demanda de mano de obra que rodea este rubro disminuyo considerablemente.
Todos estos hechos son prácticamente indiscutibles porque se producen delante de nuestras narices y sin embargo desde el Gobierno (Nacional, Provincial y Municipal) nadie hace nada.
Cuando me refiero a que el gobierno no hace nada, me refiero a que no toma decisiones políticas acertadas ni para cambiar el rumbo de la economía ni para paliar sus efectos nocivos, por el contrario lo profundiza.
Los slogans de campaña que utilizaban como excusa en todos los niveles, y que le sirvieron de refugio durante estos dos años y medio de gobierno perdieron credibilidad y ya se caen por su propio peso. El Gobierno quedo al descubierto.
Días pasados fuimos testigos del anuncio de la vuelta al Fondo Monetario Internacional (FMI) como medida económica capaz de “salvarnos” del caos financiero en que este mismo Gobierno nos introdujo, es decir, volver a “endeudarnos” con este organismo internacional, que lejos de ser nuestro hermano aliado y mas lejos aun de ser una entidad de beneficencia viene a otorgarnos un préstamo millonario a cambio de duras exigencias que ponen en peligro nuestra soberanía política, independencia económica y nuestra justicia social por la que tanto los argentinos luchamos y revindicamos. Y a nadie se nos consulto.
Exigencias que se traducen en ajustes y recortes en materia de jubilaciones, salarios, empleo, educación, salud, obra pública, subsidios y demás.
¿Y que hace nuestro Municipio al respecto? NADA.
Cómplices absolutos y silenciosos de todas las políticas del Gobierno Nacional.
Es verdad que mucha gente se vio esperanzada con el alineamiento político del gobierno municipal junto a la nación y la provincia ya que lo creía una oportunidad muy beneficiosa para nuestra ciudad, pero lejos de serlo, en las condiciones dadas, resulta ser una trampa de muy difícil salida.
Tanto el Intendente como el bloque de concejales oficialista, en vez de defender a “sus vecinos” y ser los fieles representantes de los intereses de los juninenses frente a las dañinas políticas llevadas a cabo por el gobierno nacional y provincial, son obsecuentes a ellos y vemos como día tras día nos abandonan en los reclamos, demostrando una irrazonable obediencia debida.
Se olvidan para quienes gobiernan. Debemos recordarles que fueron elegidos por muchos juninenses con la esperanza de seguir el camino del progreso en el que estaban embarcados. Es conveniente hacerles saber que no son súbditos del Presidente o la Gobernadora, que pueden demostrar el coraje y la independencia necesaria a la hora de tomar decisiones locales.
Por el contrario, el Municipio no demuestra ni la más mínima intención de querer dar un gesto de “socorro” hacia arriba, como si tuvieran temor de demostrarles a sus “superiores” las realidades que evidencian el malestar económico.
Muestra de ello, son las innumerables negativas que encontramos en el oficialismo cuando desde el Bloque de Concejales de Unidad Ciudadana proponemos diversos proyectos que pretenden, al menos, paliar los efectos nocivos de las políticas actuales o simplemente proyectos tendientes a fijar postura ante determinados hechos políticos graves, como por ejemplo, la vuelta al FMI, el cierre de una escuela publica, los dichos de la Gobernadora sobre los pobres y el acceso a las Universidades, y otros tantos proyectos importantes como la Emergencia Tarifaría y Emergencia Comercial, sin siquiera tener la voluntad de abrir el debate.
Desde nuestro espacio estamos convencidos que el debate político, sincero y abierto, es una de las herramientas democrática que le permite a los ciudadanos conocer el proyecto y las consignas que defiende cada dirigente o grupo político.
No le tenemos miedo al debate. No tenemos nada que ocultar. Tenemos una historia que nos respalda. Y muchísimos argumentos para dar.
Tenemos la responsabilidad enorme de defender la Patria pero con un proyecto de país que cierre con toda la gente adentro.