En la antesala de una nueva convocatoria a los gremios que prepara para la semana que viene, el gobierno de María Eugenia Vidal salió a endurecer su postura en la paritaria docente, al afirmar que no piensa modificar la ya rechazada oferta del 15% de aumento y que investiga licencias anómalas.
Fueron los ministros encargados del diálogo con los maestros, Hernán Lacunza (Economía), Marcelo Villegas (Trabajo) y Federico Suárez (Asuntos Públicos) los encargados de preparar el terreno para retomar las conversaciones la semana próxima. Y los tres marcaron como un límite el 15% de aumento que los gremios rechazan.
Mejorar ese número «no es una posibilidad que hoy se esté evaluando», marcó Villegas. Desde el gobierno «no estamos especulando, ni regateando para ahorrar un peso más o un peso menos», reforzó Lacunza, quien pidió ser «conscientes de que la Provincia tiene déficit». «No vamos a ofrecer lo que no tenemos, como en 2015», chicaneó Suárez.
Desde la vereda de enfrente, el titular de Suteba, Roberto Baradel, insistió en que Vidal «no tiene problemas económicos porque cuenta con más de 40 mil millones de pesos» extra, en referencia a los fondos del Pacto Fiscal, al tiempo que, en las redes sociales, comentó noticias sobre aumentos de tarifas cuyo porcentaje es superior al del incremento rechazado.
Los cruces se producen en momentos en que el Gobierno define el nuevo llamado a negociar con los docentes que formulará la semana entrante cuando, además, se reúne la comisión técnica que discute las condiciones laborales. En el nuevo encuentro salarial podría haber una propuesta modificada.
Los gremios rechazaron ayer una suba del 15% en tres cuotas -que se terminaría de cobrar con los sueldos de septiembre-, sin cláusula gatillo, más un plus por presentismo que significaría el desembolso de 6 mil pesos anuales para los que no falten nunca.
Respecto de ese último punto, Villegas señaló que «en la provincia que heredamos (el ausentismo) estaba fuera de control» debido a que «los sistemas de gestión durante mucho tiempo estuvieron en manos de los gremios». E insistió en que se está revisando «el accionar de muchos profesionales, algunos independientes y otros ligados a entidades gremiales que entregan licencias anómalas y atentan contra el sistema».