Ricardo Pignanelli, secretario general de Smata, tiene un enfrentamiento con el diputado nacional Oscar Romero, dirigente del mismo gremio y alineado con Florencio Randazzo. Esa puja puso en la superficie una agujero negro dentro de la Obra Social que rondaría los 300 millones de pesos. Uno de los revisores de cuentas de la obra social, Alberto Fiori, puso el ojo sobre esa deuda y luego de pedir documentación y tras una negativa, presentó una denuncia penal. Tras esta movida judicial, comenzó la guerra. Desde la sede central se intentó intervenir la sede Junin del sindicato, donde Fiori es el secretario general, y hasta se boicoteó el sistema online de la obra social en aquella ciudad.
Toda esta disputa siguió en la Justicia Federal de Junin, en el juzgado del doctor Hector Plo, donde hoy se tramita el expediente 60228/17. Este juez fue quien ordenó allanar la sede central de Smata en Capital Federal para recabar información que permita explicar el faltante de los 300 millones.
Pignanelli formaba parte del MASA (Movimiento de Acción Sindical Argentino) y luego se separó para formar una línea independiente (tampoco integra la CGT). A fines de mayo inauguró un sanatorio de la obra social del sindicato junto al presidente Mauricio Macri y venía de con una excelente relación con el Gobierno, hasta que en las últimas semanas anunció su apoyo a la ex presidenta Cristina Kirchner para las elecciones de este año. Antes de sumarse al espacio más crítico del Macrismo, Pignanelli había firmado un acuerdo con el Gobierno para llegar a producir un millón de autos para 2023. Ese acuerdo lo calificó como “una convergencia productiva y no una flexilización laboral”.
Dentro del sindicato, no solo Romero ve con buenos ojos el sillón que hoy ocupa Pignanelli. Los delegados de Córdoba y Rosario también se entusiasman con el retiro del líder de los mecánicos. Es por eso que dentro de la estructura sindical, Sergio Pignanelli, hijo de Ricardo, está cuarto en la línea de sucesión. Los más desconfiados hablan de que los dos anteriores ya tienen la renuncia firmada, para que el heredero ascienda sin problemas.
Ese no es el único familiar de Pignanelli dentro del sindicato. Gabriela “Laly” Pignanelli tiene a su cargo la seccional San Justo. Claudia Pignanelli, sobrina del pope sindical, tiene a su cargo la negociación de convenios entre la obra social y los prestadores. Eduardo Pignanelli (Primo de Ricardo) Trabaja en la seccional Junin. Walter Pereyra, esposa de Cecila Pignanelli, hija del sindicalista, tiene a su cargo la seccional Morón. El jefe de los mecánicos no solo está bien rodeado por su familia, ahora lo rodeó la Justicia.
El juzgado federal de Junín ordenó hoy un allanamiento en la sede central del gremio de los mecánicos, SMATA; por un faltante de 300 millones de pesos en la obra social sindical. Según confiaron a PERFIL fuentes judiciales, la denuncia del faltante fue hecha por uno de los tres revisores de cuentas hace unos meses y el juez Héctor Plou tomó cartas en el asunto.
Alberto Fiori, el denunciante, es el secretario de la seccional de Junín de Smata. Como consecuencia de la presentación judicial, su sindicato fue intervenido por orden del jefe nacional, Ricardo Pignananelli. PERFIL se comunicó con Pignanelli, pero fue atendido por su segundo, Roberto Manrique, quien dijo desconocer el allanamiento.
La obra social de SMATA está en la mira de la justicia a raíz de la denuncia de Fiori, que antes de ir a los tribunales, había pedido la información del faltante a Pignanelli, no había obtenido respuesta, y recurrió a una carta documento que tampoco fue respondida.
El manejo del dinero de las obras sociales es precisamente una de las cuestiones que están bajo la lupa del Gobierno, que cree que con esos fondos se han cometido irregularidades durante la era kirchnerista.
La noticia se conoce justo cuando en las últimas horas se especulaba con un posible encolumnamiento de Pignanelli con Cristina Kirchner, candidata al Senado por Unidad Ciudadana.