Por Juan Manuel Sequeira, ex concejal. Referente de Socialismo para la Victoria en Junín Bicentenario.
«Cayeron las ventas de combustibles»; «Altos costos y caìdas de ventas complican a las pymes en Junín».
Son los títulos principales de los dos diarios impresos de la ciudad del martes 14. Ambos marcan que la realidad se termina imponiendo aún a pesar del maquillaje que cada vez es más decolorido de la gobernante coalición Cambiemos.
Un maquillaje instalado por una coalición cuyos integrantes pretenden seguir afianzando un discurso que ya deja de convencer a muchos, con un timbreo que solamente alcanza a los vecinos «amigos», a los cuales parece que no les llegan facturas de gas natural por 8 mil o 9 mil pesos, o consumos de energía eléctrica que en muchos casos llegan y superan los 4 mil pesos.
O que no van a los supermercados con precios exorbitantes que, por ejemplo, llegan a ubicar un kilo de yerba en cien pesos y más, dejando como «económicas», a aquellas marcas que se cotizan a 65 pesos el kilo. Y esto no sucede en las grandes cadenas solamente, sino también en los supermercados de capital chino como abundan en los barrios de la ciudad.
Los mensajes de los funcionarios y militantes de partidos integrantes de la alianza del siglo XXI son triunfalistas y llenos de un falso optimismo, pero en el círculo interno, ni ellos mismos se lo creen.
Junín fue escenario este fin de semana de un congreso provincial de la Coalición Cívica, fuerza integrante de Cambiemos. Cero autocrítica y el apoyo irrestricto a quienes nos están sumiendo en la peor situación que se refleja en esos títulos con que nos despertamos cada día: Mauricio Macri y María Eugenia Vidal con su correlato juninense, Pablo Petrecca.
Paralelamente se escuchan declaraciones de dirigentes fomentistas amigos incondicionales, que se han eternizado en sus cargos. “Lo que se está haciendo en Junín no se hizo nunca”, dijo uno de estos referentes barriales precisamente en este fin de semana de plenario de Coalición Cívica y timbreo.
Y es cierto. Lo que se está haciendo en Junín no se vio nunca o mejor dicho se vio a partir de la década de 1990 y terminó en un colapso en 2001. Lo que se está haciendo en Junín lo vemos en estos titulares de diarios impresos y de los medios digitales, a los cuales se agrega un grave deterioro social evidenciado en 34 procesos judiciales a menores en un mes y medio, entre julio y lo que va de agosto por hurtos y tenencia de estupefacientes.
Una realidad dramática que es consecuencia de esa crisis económica que tiene su correlato en la falta de proyectos en la adolescencia y jóvenes, potenciado por el hecho de que la alianza gobernante Cambiemos eliminó todo tipo de programas de ayuda y asistencia para emprendimientos laborales encarados por jóvenes. Por caso, solamente alcanza con decir que la primera medida del actual intendente Pablo Petrecca fue eliminar del presupuesto el programa «Oportunidades para jóvenes» impulsado por el ex intendente Mario Andrés Meoni y que acompañaba a emprendimientos que generaban mano de obra. A la luz de esta realidad, es cierto, lo que dijo ese dirigente fomentista, «Lo que se está haciendo en Junín no se hizo nunca».
El lunes por la noche tuve la suerte y el gusto de acompañar la presentación de los integrantes de la lista de la CTA de los Trabajadores encabezada por Mauricio Madrea y Flavio Bojko. Una luz de esperanza se encendió esa noche a pesar del mensaje preocupante de una realidad que atraviesan los sectores del trabajo y las familias de sectores vulnerables.
El mensaje fue de unidad del movimiento obrero la cual debe ser transversal y alcanzar a los movimientos políticos, de unidad pero en acción. Debemos estar a la altura de las circunstancias. Los vecinos que nunca van a ser visitados en el timbreo de Cambiemos, nos lo están pidiendo. Y son muchísimos.
Debemos comenzar a trabajar para que esa realidad que se está viendo en Junín, consecuencia de la más salvaje política de ajuste y recesión implementada a nivel nacional y provincial desde diciembre de 2015, que golpea nuestros bolsillos al nivel de empobrecerlos y se ve día a día reflejado en los titulares, termine en 2019 y se estrelle con un no rotundo en las urnas, venciendo al maquillaje y marketing.