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«El otro, yo y nosotros» por Isabel Muñoz Marcos

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Argentina ha votado. En paz, como corresponde
Multitudes se movilizaron tras una esperanza, sin importar que motivara esa esperanza.
Jóvenes, adultos, ancianos depositaron en cada urna, más que un sobre, más que un voto, depositaron el sueño de un país mejor.
Esto no coincidencia, ni quiere decir que pensaron lo mismo al votar, y, consideraron mismo personaje.
Cada cual, con una visión cargada de historia personal, experiencias personales, emociones activadas por el mensaje de un postulante, que no rea única, ni universal: votó.
El “yo pienso” “yo conozco” “yo creo” se convierte en “yo puedo” y detona su derecho en pos de una esperanza.
Ese Otro, piensa, siente, se emociona, espera y desespera diferente a mí, no es ignorante, no es oportunista, es uva de otro vino, es OTRO.
En su memoria hay otras interpretaciones de la realidad, porque lo que ignoramos, que podemos encontrarnos en un mundo encantado y hechizado con pretensiones omni-comprensivas desde nuestra propia verdad, sin saber a «ciencia cierta» si aquello que decimos de la realidad solo es lo que se dice de ella en su mayoría, y la repetimos, y nos acomodamos encantados sobre “razones” establecidas por “encantadores de la realidad”, que ,paradójicamente , nos conforta, entonces la aceptamos, nos sometemos conformes y presumiendo ser libres de pensar y hacer, sin distinguir el encarcelamiento en medio de máscaras impuestas
Encarcelados en prejuicios
Encarcelados entre barrotes de la discriminación del Otro
Encarcelados porque sin Otro solo somos Uno encerrado en un cuerpo alienado
Argentina ha votado
La exterioridad del Otro se me presenta distinta, y me afecta.
No piensa como yo.
No aprecia lo que yo aprecio.
No tiene la misma visión del mundo que yo.
Rompe mi construcción de MI mundo y ya no es, sino una amenaza.
Entonces llega la furia, el Otro rompe mi apreciación subjetiva de la realidad, y NO voy a permitirlo, sus puntos de vista están influidos por sus intereses y deseos Ese Otro es mi enemigo.
La relación que se nos presenta es una experiencia que no se da en términos de igualdad, como: A = A, o como idealmente lo expresan los defensores de los Derechos Humanos: «todos somos iguales».
NO.
El Otro es el Otro, y, en tanto Otro se sitúa desde un lugar diferente para nuestro marco perceptivo, no es igual a mí, no piensa como yo, no espera lo que yo espero, ni votará o votó a quien yo voté, porque es Otro.

No es mi enemigo, es quien abre el horizonte de la diversidad de Otros, sean estos amigos, hermanos, compañeros de trabajo, etc, y está en mí el esfuerzo honesto de la aceptación ( o no) pero SI la exigencia del RESPETO
Así y solo así, en este contexto construido sobre las bases del respeto y el reconocimiento del Otro diferente a mí, sin la obligación de negarme a mí mismo o mis pensamientos, ni someterme como a un ser sobrenatural situado en un nivel de autoridad, sino simplemente una relación en que el Otro «permanece al nivel de quien lo recibe, sigue siendo terrestre. Esta presentación es la no-violencia por excelencia, porque, en lugar de herir mi libertad, la llama a la responsabilidad y la instaura»(Levinás)
Por una Argentina que logre abrir la aptitud de elevar estructuras partiendo de «la humanidad en los ojos que me miran”, única condición esencial, fuerte y neutra, para una Argentina mejor, un mundo mejor expresando una ambición personal
Nunca olvidemos que para el Otro, yo soy “Otro”

Por Muñoz Marcos Isabel

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