El tarifazo de luz y gas, la caída en las ventas y la fuerte suba de los costos impactan de lleno en los pequeños comercios del interior de la provincia de Buenos Aires, y de acuerdo a relevamientos de entidades locales, son varios los negocios que debieron bajar sus persianas en los últimos meses.
Tanto en ciudades turísticas como Mar del Plata o Tandil, en otras vinculadas fuertemente al campo como Bolívar o Pehuajó, hasta algunas del conurbano, el cierre de comercios o la búsqueda de una estrategia para evitarlo, comenzó a acelerase en el último tiempo. Por eso, entre los caminos utilizados están los de cambiar de rubro o bien mudarse del centro de las localidades a zonas periféricas para intentar bajar los costos.
En Bolívar, centro de la provincia de Buenos Aires, en lo que va del año alrededor de 30 comercios cerraron sus puertas, lo que sumado al medio centenar de 2017, arroja una cifra muy preocupante. Además del explosivo combo –inundaciones-sequías que vive la región, las subas de tarifas y el aumento de los costos (alquiler y productos) impactaron de lleno en las arcas de las pymes.
«La situación es muy compleja. A un sector le impacta el tarifazo, sobre todo a carnicerías, heladerías o panaderías. Pero a otros, como los textiles, los afecta porque la gente deja de comprar porque se está achicando», explicó el titular del Nucleamiento Empresarial del Noroeste bonaerense, Ricardo Sacco. En ese sentido, el dirigente contó que este panorama se convirtió en una de las preocupaciones que analiza cada mes la entidad que nuclea a 35 cámaras de comercio e industria.
En Mar del Plata, una las ciudades con más desocupación en la provincia, también se encendieron las alarmas en los últimos meses y esperan «un invierno crudo». Desde la CGT Regional, indicaron que cerraron más de 40 comercios en Juan B. Justo, lo que se suma a dos locales muy tradicionales que corrieron la misma suerte. Son los casos de Calzados Silvio Nucera, tradicional en la Peatonal San Martín y con más de 40 años de trayectoria, y Sartore Trajes, que había abierto sus puertas hace 27 años.
Según le explicó a DIB Sacco, ante la crisis surgen diferentes estrategias para subsistir. «Estamos viendo que hay muchos comercios que optaron por pasar a un local más pequeño o trasladarse a zonas más alejadas del centro», sostuvo el dueño de una mueblería en Trenque Lauquen. Al tiempo que reconoció que son momentos en donde la gente (empleador y empleado) hasta se resigna a ganar menos pero conservar su trabajo. «Lo que sí queda claro es que no hay perspectivas de incorporar personal», agregó.
Otra ciudad que también registra cierres es San Pedro, con una treintena de locales en el primer trimestre del año. Según el presidente del Centro de Comercio, Mauro Troilo, debido al impacto del tarifazo se espera que los próximos meses sean «más complejos». Mientras que en Bragado, de acuerdo a un estudio de la cámara local, el 60% de los comercios del centro que cerraron lo hicieron para irse a montarlo en las zonas periféricas o en sus propias casas, para achicar gastos. Sin embargo, el 40% restante directamente bajó las persianas.