Hubo pioneras que abrieron las puertas, luchadoras que tumbaron prejuicios, maestras con ejemplos a seguir. Y ellas son las semillas de un fútbol femenino que en Junín tampoco deja de crecer.
Representando al colegio Padre Respuesta, siete jugadoras de Sarmiento se trajeron la medalla de plata en los Juegos Bonaerenses que se disputaron en Mar del Plata, en la categoría sub-14.
Las fuimos a buscar al Parque Borchex, donde bajo un sol que invitaba a jugar se entrenaron a las órdenes de Jonatan Villarreal, para que contaran su experiencia.
Ahí estaban, con las agarraderas puestas, Martina González, Delfina González, Lola Bermúdez, Morena Culaciati, Lola Salomé, Justina Rosa y Martina Lombardo. También Mia Balvideres, Agostina Espíndola y Rocío Lamelza.
«Fue la primera vez que íbamos a Mar del Plata. Ya habíamos jugado Bonaerenses, pero habíamos pasado la etapa local y perdido la siguiente», contó Lola Bermúdez sobre esa primera experiencia compitiendo en La Feliz. «Nosotras fuimos a divertirnos y el resultado nos sorprendió. Fue una linda experiencia», agregó Morena Culaciati.
Por eso Jonatan Villarreal les remarcó tantas veces el valor de haber ganado una medalla de plata por encima de haber perdido la de oro. Y ellas lo entendieron así.
«Fue una mezcla de tristeza y felicidad. Por haber llegado a donde llegamos, pero también porque nos hubiera gustado ganar la de oro. El partido fue muy parejo, lo perdimos por penales», dijo Lola, a la vez que sus compañeras la asentían con la cabeza.
«Lo que habíamos hecho era un montón y lo sabíamos todas»
«Lo que habíamos hecho era un montón y lo sabíamos todas. Ni cualquier equipo llega hasta ahí. Llegan los mejores», remarcó Morena Culaciati.
A cargo de Jonatan Villarreal quedó la reflexión final sobre el gran Torneo Bonaerense que las pibitas se mandaron en Mardel: «Llegar a estar en una semifinal provincial es algo muy lindo. En la final no lo tomamos como una derrota. Sabíamos que se definía en detalles y que lo podía ganar cualquiera. Por ahí nos traicionó un poquito la presión, el tratar de no equivocarnos. Ellas son muy chicas y hay cosas que cuesta entender. Es muy difícil meterse en una semifinal y poder jugar en la final es algo único. Por ahí ellas no se hacen esa idea porque viajaron por primera vez y tuvieron la suerte de jugarla. Pero es algo que no se da todos los días».
LO QUE VIENE
Dentro de dos semanas comenzará una nueva edición del torneo local de fútbol femenino sub-15 y las chicas de Sarmiento ya se pusieron como objetivo mejorar el cuarto puesto obtenido en la pasada edición, en el que cayeron por penales tanto en semifinales como en el partido por el tercer puesto.
Jonatan Villarreal, que entrena con todas las categorías del fútbol femenino de Sarmiento, incluida la Primera División, destacó la importancia de trabajar con un proyecto que permita nutrir, más tarde o más temprano, al equipo que hoy compite en la Primera B de AFA.
«Ellas tienen 13 años y hoy tenemos dos jugadoras en Primera con 14»
«Tratamos de trabajar en un proyecto y de seguirlo. La idea es que a la que le toque algún día estar en Primera se sienta cómoda, porque no va a tener que hacer algo muy distinto a lo que hace acá. Antes que empiece la Primera B, los miércoles entrenábamos junto a los planteles de sub-17 y de Primera. Armábamos partiditos mezclados para que vayan teniendo otro tipo de roce y sabiendo cómo jugar, cómo moverse. Está buenísimo que vayan viviendo de a poco y relacionándose con las chicas. Ellas tienen 13 y hoy tenemos dos jugadores de Primera con 14«.
El DT también destacó la importancia que tiene para las jugadoras poder formarse desde tan chicas, especialmente en los aspectos que hacen a la técnica; una posibilidad que no tuvieron todas las que hoy juegan en Primera División, tanto a nivel de AFA como local; pero por la que sí lucharon para dejar el legado.
«Siempre las cargo a las más grandes con que ellas van a jugar mejor y se vuelven locas»
«Hay distintos casos. De las que hoy juegan en Primera, había chicas que jugaban con chicos y ya venían con esa técnica, acostumbradas al roce, a jugar con las manos, usar el cuerpo. Otras empezaron a jugar de grandes y por ahí no tuvieron toda esa formación técnica. Ahí es cuando se nota la diferencia con ellas que son más chiquitas. Cuando fuimos a jugar con Atlanta se hizo también un partido con la Reserva y cuando entraron algunas de las chiquititas estas le dieron una refrescada terrible al equipo, que lo hizo funcionar mejor. Eso a mí me reconforta mucho. Siempre las cargo a las más grandes con que ellas van a jugar mejor y se vuelven locas«.
Por Juani Portiglia – @JIPortiglia
Video en vivo: Eugenia Reynoso
