A veces pensamos que hay determinado tipo de delitos que en Junín no se cometen. Pero qué lejos estamos de esa realidad. En la tarde de hoy, una joven que vive en una de las localidades vecinas, a través de redes había pactado con una joven de Junín, la venta de su teléfono celular.
Tal como lo habían previsto, llegó a inmediaciones de la terminal de ómnibus y esperó a que llegara la interesada en su equipo. Pero se iba a llevar una nada grata sorpresa.
Dos jóvenes, mujeres, que se movilizaban en una moto gris de unos 110 c.c. de cilindrada –posiblemente una Guerrero Trip- se le acercaron. Una de ellas era la interesada en la compra. O al menos era lo que la víctima creía porque sin perder tiempo, esa desconocida tomó el teléfono y sin dar tiempo a la reacción, escapó junto a su cómplice, dejándola atónita.
Recién cuando pudo recomponerse y dar aviso a personal policial, se trasladó a radicar la denuncia. Volvería a su pueblo con las manos vacías. Sin el teléfono celular ni el dinero pactado para su venta.