Hubo caravanas y concentraciones, la mayoría manteniendo los protocolos y reclamando más apertura en el horario de comercio.
Más allá de la restricciones que rigen para tratar de contener la segunda ola de contagios de coronavirus, que mantiene en una peligrosa tensión al sistema de salud, miles de personas salieron en la tarde de este martes, feriado nacional, a las calles a protestar contra las medidas definidas por el Gobierno nacional.
El epicentro de la convocatoria fue el Obelisco, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero la movilización tuvo réplicas en la puerta de la Quinta Presidencial, en Olivos, en Córdoba, Mar del Plata, Rosario, Salta, Bariloche, Gualeguaychú, La Plata, entre otras, también en Junín, donde se concentraron también comerciantes, uno de los cuales dialogó con JUNIN24 y se presentó como «un comerciante fundido. Estamos defendiendo la libertad. Tenemos récords de contagios, muertes, sin testeos ni vacunas y encima nos quieren encerrar a las seis de la tarde».
«Nos quieren encerrar a todos cuando eso se demostró que es ineficiente. Le pedimos empatía a toda la ciudadanía», agregó el vocero de la concentración que tuvo como epicentro la plaza «25 de Mayo».
«No nos puede decirnos un gobierno que hizo todo mal, como cuidarnos. Seamos libres. Nos matan a impuestos y nos encierran. Pagamos nuestros impuestos y los policías nos persiguen, cuando debieran perseguir delincuentes», añadió.
«Venimos a defender que haya una república y no un imperio», dijo otro de los participantes de la convocatoria en Junín: «Defendemos lo poco que queda y que el día de mañana no sea un imperio», añadió.
Los participantes compartieron imágenes de las manifestaciones a través de las redes sociales con el hashtag #25MTODOSaLasCalles. Algunas fueron concentraciones en las plazas principales y otras caravanas en vehículos, con intención de mantener los protocolos y no generar aglomeraciones.
En Capital Federal, en tanto, en la concentración del Obelisco, hubo dos imágenes que se viralizaron de inmediato en las redes sociales, apelando no sólo a la crítica al Gobierno, sino a la ironía: un grupo de jóvenes se sumó a la protesta con paquetes de polenta con una foto de una falsa tira de asado, y hubo un inflable gigante con la figura de la vicepresidenta Cristina Fernández, vestida con atuendo carcelario y con una marioneta en la mano, con la cara del presidente Alberto Fernández.
En la provincia de Buenos Aires también hubo movilizaciones en las principales ciudades cabeceras de distrito. En la mayoría de los casos los asistentes mantuvieron los protocolos y pidieron principalmente por la extensión del horario de atención en los comercios.