Ni el intenso movimiento que se genera a las puertas de los establecimientos educativos cuando los padres retiran a sus hijos, es impedimento para que los delincuentes actúen
“En un minuto te sacan todo lo que tenés”
Ni el intenso movimiento que se genera a las puertas de los establecimientos educativos cuando los padres retiran a sus hijos, es impedimento para que los delincuentes actúen.
Y no es la primera vez que en inmediaciones del Colegio Padre Respuela roban pertenencias del interior de automóviles.
Ayer al mediodía un hombre se baja de un vehículo sin advertir que detrás y pegado al baúl, había un sujeto montado en una bicicleta que, se presume, habría sido el que utilizó un inhibidor de alarmas.
El automovilista se aleja y segundos después, una mujer de cabello rubio, adulta que vestía jeans, una remera blanca, chaleco oscuro y zapatillas, aprovechando el ir y venir de estudiantes, se acerca a un vehículo que se encontraba estacionado.
Primero mira con atención, trata de asegurarse no ser vista. Acto seguido, tantea una de las puertas, confirma que está abierta, ingresa, se sienta del lado del acompañante, cierra la puerta y en segundos se apodera de algunas pertenencias y se escapa.
Cuando el automovilista regresa descubre que se había transformado en víctima de un robo. Le habían sacado el dinero que llevaba en la guantera. “En un minuto te sacan todo lo que tenés”.
Fue sobre calle Castelli, a metros de la intersección con Roque Vázquez y gracias a la predisposición de un vecino que cuenta con cámaras de seguridad, no sólo logró advertir la maniobra sino además, las características físicas de los desconocidos.
La intención de la víctima, al difundirlo en redes, fue la de alertar y mostrar cómo operan los “amigos de lo ajeno”.