Dos sujetos armados y encapuchados sorprendieron a una mujer cuando ingresaba en su vivienda y gracias a los gritos y haber activado la alarma, logró en medio de la desesperación, que se dieran a la fuga.
Entradera fallida en Junín: Se salvó al gritar y activar la alarma
Lo grave de la situación es que se trata del mismo barrio donde días atrás, dos delincuentes sorprendieron a una familia en su vivienda, a la que tras robarle y dejarlos atados, les robaron y escaparon.
LAS CÁMARAS
Tal como quedó registrado en imágenes de cámaras de seguridad propias, la víctima llega a su casa, se baja del auto para abrir el portón, lo ingresa, se baja y cuando intenta cerrarlo, la sorprenden dos individuos que portaban armas de fuego y cubrían sus rostros. Hubo un breve forcejeo durante el cual la mujer comenzó a gritar y activó la alarma que llevaba en su mano. Actitud que seguramente fue fundamental para que escaparan corriendo.
EL TERCER ROBO EN POCAS SEMANAS
La vecina de inmediaciones de Circunvalación y Félix de Azara, juninense, regresó a la ciudad pensando que aquí encontraría seguridad y tranquilidad pero lamentablemente es la tercera vez – entre mediados del mes de febrero y anoche- que se transforma en víctima de la inseguridad.
En las dos oportunidades anteriores, siempre en el mismo domicilio, ingresaron en su propiedad cuando no había moradores. Si bien la primera vez no había aún instalado las cámaras, cuando le robaron a fines del mes de febrero, supo gracias a las imágenes, que los desconocidos habían sido cuatro.
Y anoche le tocó pasar por uno de los peores momentos que podría haberse imaginado. Luego comenzarían a llegar móviles policiales y sobre todo, sus vecinos, que viven en ese sector de la ciudad con una problemática de inseguridad que se repite.
Vale recordar que días atrás, a pocos metros de distancia de su domicilio, una familia fue víctima de dos individuos, también armados y encapuchados.
PREOCUPACIÓN
Dialogando con vecinos, plantean que hay algunas medidas que deberían tomarse, como dar iluminación en el sector, desmalezamiento…medidas que les permitan vivir con mayor seguridad. Hasta hace algunos meses, todavía podían manejarse con mayor libertad dentro de sus propiedades. “Hasta salir a tender ropa a la noche. Pero ahora estamos encerrados”, relatan.
Ahora, se cuidan entre ellos, están conectados a través de Whatsapp, se avisan cuando desconocidos apedrean las cámaras de seguridad particulares con evidente intención de romperlas o desactivarlas. Mientras tanto, esperan que los responsables avancen en las causas que se inician a partir de las denuncias, detecten a los delincuentes y los pongan a disposición de la justicia. Al menos sería una señal para aquellos que hoy se manejan con total impunidad.