Esto también pasará

Locales

Por Isabel Marcos Muñoz – Profesora de Filosofía y Letras -Coaching Ontológico- Acompañante Terapéutico

Reflexionar sobre la antigua leyenda popular que considera los problemas como una zona imposible de evitar en nuestro paso por la vida, enfrentando la situación con palabras estimulantes con la frase que la representa: “esto también pasará”

Tres palabras que lo dicen todo.

Gestionar las emociones de la situación en la que nos vemos envueltos, puede ayudar a sobrellevar y /o a transformar pensamientos negativos considerando la posibilidad de que la situación no será eterna, sino que como las aguas del río, pasará…

Cuenta la leyenda, que un rey pidió a los sabios de su corte un anillo especial:

–Quiero que fabriquéis un anillo precioso y para ocultar en él un mensaje que pueda ayudarme en momentos de deses­peración. Ese mensaje ha de ser muy breve para poder inscribirlo.

Aquellos eruditos habían escrito grandes tratados, pero no sabían cómo darle un mensaje de dos o tres palabras que pudiera ayudar al rey

El monarca tenía un anciano sirviente, que le dijo: –No soy un sabio, ni un erudito, pero conozco el mensaje que buscas, porque lo compartió conmigo un sabio hace tiempo-.

El anciano escribió tres palabras en un pequeño papel, lo dobló y se lo entregó al rey con la advertencia:- “No lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo solo cuando sientas que todo ha fracasado y no encuentres salida a tu situación”…

El país fue invadido y el rey tuvo que huir a caballo para salvar la vida mientras sus enemigos le perseguían. Llegó a un lugar donde el camino se acababa al borde de un precipicio. Y entonces se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y halló el mensaje: “Esto también pasará”.

Mientras leía aquella frase, los enemigos que le perseguían se perdieron en el bosque al errar el camino, y pronto dejó de oír el trote de los caballos. Tras aquel sobresalto, el rey logró reunir a su ejército y reconquistar el reino.

Cuando estés de celebración: esto también pasará

En la capital hubo una gran celebración que se prolongó durante varios días. El monarca quiso compartir la alegría con el anciano, a quien agradeció aquella providencial perla de sabiduría. Le contó cómo aquellas palabras le habían ayudado a no descubrir su posición o a no tirarse por aquel precipicio cuando todo parecía perdido.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”.

Entonces, y solo entonces, comprendió la profundidad de aquellas palabras. –Recuerda que todo lo circunstancial pasa, ya sea porque se queda atrás o porque te habitúas –le recordó el viejo sirviente–

Las emociones intensas como el miedo o la euforia pueden, quitarnos la paz, por eso la importancia de no empantanarse en la etapa que nos confunde, dejar que pasen, para analizar la situación presente y tomar decisiones desde la templanza.

El luchar contra lo que nos angustia, pre-ocuparnos antes de los resultados finales, nos hace muy desgraciados; por ello, es bueno intentar suavizar las emociones ante esas cosas que no se pueden cambiar porque no depende de nosotros, si bien no será la solución, ayudará a aceptar que hay cosas que no podemos evitar, y mucho menos modificar…

A partir de la aceptación podremos recuperar la claridad y serenidad para seguir avanzando.

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