“Estoy conmovida y gratamente sorprendida por la atención del Hospital”

Celia comienza explicando que  “realmente estoy conmovida y gratamente sorprendida por la atención del Hospital Regional de Junín. Aunque tengo una buena obra social, a veces se hace difícil abonar los costos de los copagos de los honorarios, y en los últimos meses hice un par de consultas al Hospital”.

“Dentro del plantel que me atendió, quiero más que destacar el Servicio de Traumatología, y muy especialmente la calidad humana y profesional de dos médicos colombianos, uno de los cuales me operó el martes de la uña encarnada del pie”.

“Lamento mucho recordar –continúa-, que hará tres o cuatro años atrás, para esta misma fecha, otro traumatólogo me había operado por el MISMO problema  y por esas cosas de la vida, sentí que nunca había quedado bien”.

Agrega en su carta de agradecimiento que con el correr de los meses siguió teniendo problemas y ahora,

“no me quedó otra alternativa que tener que volver a pasar por el quirófano, pero esta vez elegí el de nuestro querido Hospital público.

“No sé con qué palabras expresar la diferencia que hubo entre una y otra intervención. Lo primero que noté, fue la rapidez en la fecha de programación de la cirugía: desde la primera consulta hasta la operación pasó MENOS DE UNA SEMANA. Con análisis de sangre incluidos, y todo lo pertinente. Una organización y una alegría con la que trabajan, jamás vista. Cálidos, amigables, respetuosos, responsables, y me sigo quedando corta, porque a tanta cosa buena que se trajeron de allá no se la define tan fácilmente en un texto breve. Sin dejar de mencionar que el resto del equipo de traumatología (los que son argentinos) tampoco se quedan atrás, desde la chica de atención al público, pasando por la instrumentista y todo el plantel, que se advierte fácilmente, está muy bien dirigido”.

“Además de no haberme hecho esperar nada, hubo algo más importante aún. Recuerdo todo lo que me dolió la primera cirugía del pie. Yo estaba en un solo grito” y ahora reconozco que –ante semejante experiencia- ni bien entré al quirófano, el miedo y los nervios se apoderaron de mí”, pero todo se desarrolló con normalidad.

Finalmente, Martínez Chao agregó que “no salgo de mi asombro ante la discordancia entre la gente ¿desagradecida? que se queja de la supuesta mala atención del hospital, y lo que en el polo opuesto, es una deliciosa realidad: personal con ganas de trabajar, con amor y con paciencia. Percibí eso en CADA trabajador, secretaria, enfermera, y demás, con quienes me crucé en estos días. ¡Y vamos por más turnos, que así vale la pena!”.

Firma la nota de agradecimiento, Celia de los Ángeles Martínez Chao. DNI 18.474.037

N. de R: La misiva enviada es mucho más extensa, pero lo central, que es su agradecimiento para con el personal del HIGA, está reflejado acabadamente.