Como un pregonero anunciando su llegada o su paso por un lugar, al grito de «lloren chicos, lloren», el Polaco Aldo Alberto Fernández recorrió durante décadas los barrios juninenses. Sin dudas fue el heladero mas conocido de Junín, que durante la semana recorría las calles de la ciudad y los sábados y domingo se iba a hasta la Laguna de Gómez.
Lamentablemente, el Polaco falleció este sábado 11 a las 5:20 de la mañana, en Clínica Centro, a sus 75 años. Había nacido en 1949. Sus restos serán velados en Dos Reis Hermanos – Rivadavia 765 – desde las 10 a las 14 horas de este sábado.
Sus inicios como vendedor de helados
En una entrevista que realizó el medio juninense «Agenda 365» El Polaco contó que «estuve toda una vida vendiendo helado. Comencé porque estaba sin trabajo y había una familia con nosotros ahí y me preguntaron si no me animaba a vender helados, y les dije que si. Me presentó en Bonafide que quedaba al lado del Cine Cristal en calle Saenz Peña». En la década del 80, el Polaco vendía para Helados Victor, y desde hace 20 años lo hacía para Helados Calzia.
«En ese tiempo se vendía mucho mucho helado. Un día domingo en la Laguna se vendían 600 o 700 helados pero a las 3 o 4 de la tarde no se vendían mas helados. En ese momento en Junín había 40 0 50 heladeros porque se vendía mucho mucho. A mi me iba muy bien, como veía que entraba plata a casa, que era bien para mi, para mis hijos, para mi mujer, y seguí vendiendo helados. Lo hice mas de la mitad de mi vida», detalló.
No todo fue color de rosas, pero la vida le sonrió en grande
En relación a su esposa – María Elsa Silva – cuenta que «cuando yo me junté con ella la pasamos mal. Ahora gracias a Dios estamos bien. Ponele, hace 15 años, estamos bien (contó en la entrevista hecha hace 4 años). Tenemos 8 hijos, 22 nietos, 1 bisnieta y un bisnieto.
«Lloren chicos, lloren», la icónica frase que inventó el Polaco
Al respecto de esta frase que por décadas se escuchó de su boca al recorrer Junín y la Laguna, contó que «un día estábamos en casa con mi señora y Jorgelina mi hija, y quería helado. Le dije que no, porque estaba fresco y le iba a hacer mal. Y se puso a llorar. Y le digo a mi señora ‘mirá como llora Jorgelina. Entonces digo, llorá Jorgelina, llorá, Y de ahí me salió esa frase. Desde que empecé a gritar «lloren chicos, lloren, vendo 5 o 6 veces mas,», aseguró.
Fotos Gentileza Agenda 365