Hasta último momento hizo lo que mas le gustaba: vender churros. Así lo recordaremos al «Viejo», como le decíamos en la familia, otros lo recordarán como «El Dado». Se fue a los 71 años el primer garrapiñero que tuvo Junín, que supo también vender helados y hasta su último día, ofreció sus churros. Se lo podía ver en la cancha de Sarmiento, en la Laguna, o donde él eligiera estar. Como buen padre que fue, partió de este mundo a pocas horas de la celebración del Día del Padre, para que siempre lo recordemos. Desde Junín24 enviamos nuestro mayor cariño y abrazo grande a su familia, a «La Vieja», a Maria Eugenia, a Luciana, a sus nietos y a Marcelo que fue para él como un padre, que le abrió las puertas de su casa y de su corazón y lo trató y lo amó como a un hijo.
Sus restos serán velados hasta este domingo a las 10 horas en Dos Reis Hermanos, Rivadavia 765.