Una familia juninense lucha a la distancia –están radicados en otras ciudades-, por la usurpación de una propiedad y sentirse estafados por una abogada que desde hace meses ya ni les atiende el teléfono.
Y en medio de la impotencia deciden hacerlo público. Se trata de la familia Ferreri, propietaria de una casa heredada, ubicada en inmediaciones de Hipólito Yrigoyen al 850, y dos galpones que son utilizados como cocheras.
Hace ya aproximadamente siete años, nos relatan, confiaron a una asesora letrada de Junín que además vive en no sólo la confección de un contrato de alquiler sino también la administración del dinero que, mes a mes, debía pagarle a los cinco titulares de la propiedad. Uno por vez. Al mismo tiempo, establecido por contrato, retenía un monto inferior, para que, en caso de ser necesario, hubiera fondos para destinarlos para cubrir gastos.
Hoy se encuentran con un contrato vencido, una notificación que data de cuatro meses dando cuenta que ya no la seguirían alquilando, silencio de radio cuando intentan comunicarse con los inquilinos o la abogada, la imposibilidad de viajar al menos por las próximas semanas, dinero que no se deposita.
“Es un bien familiar. Una casa que tiene dueños y que al estar lejos se encuentran con personas que están haciendo y deshaciendo como quieren. Sin autorización de los dueños”.
La situación es grave ya que según lo que nos relatan, hay una abogada en medio de esta situación.
Fue la profesional, quien se encargó “de administrar los alquileres, recibir el dinero y hacernos el depósito, pero hace tres meses nos enteramos que no se estaban abonando”. Fue uno de los integrantes de la familia quien tomó contacto con la responsable en Junín pero “no supo darme una respuesta. El dinero había desaparecido. Y a partir de entonces, nunca más atendió el teléfono ni dio una respuesta. Pero siguió administrando. Le dijimos que no toque más la plata y que pasarían a buscar la llave. No nos hizo caso. Sigue hasta el día de hoy, sin autorización de los dueños.”
En lo que respecta a las personas que alquilan la propiedad, tampoco atienden. Siguen allí a pesar que les comunicamos hace cuatro meses que una vez vencido el contrato, debían dejarla. Por vecinos “sabemos que hasta estarían subalquilando las cocheras, que la casa está muy deteriorada porque no cumplieron con lo firmado en el contrato de no dejarla venirse abajo”.
Ahora, recurren a un medio de comunicación “para visibilizar lo que nos está sucediendo. Porque si llegara a pasar algo también podrían querer hacernos responsables”.
Hoy, “nos están usurpando la casa cuando hay una abogada contratada, que cobró sus honorarios y tiene que hacerse responsable por el contrato que ella misma redactó y firmamos”.
Para los Ferreri, es tiempo de denunciar ante la justicia, sobre todo a la abogada. Y que se haga cargo de la situación que les está generando inconvenientes no sólo económicos.
