Desde el comienzo de mi gestión como presidente del H. Concejo Deliberante de Junín procuré fortalecer la visión republicana de gobierno, la independencia y el equilibrio con el Departamento Ejecutivo municipal, colaborando con la generación de normas orientadas a facilitar la solución a los problemas de la ciudad, y, fundamentalmente, contribuyendo para que el Concejo sea la voz de los vecinos ante la falta de respuestas de quienes deben darlas.-
Junín tiene, orgullosamente, un Concejo Deliberante con agenda propia, que le marca al Intendente lo que no sabe o no puede ver, que lo controla, pero que, al mismo tiempo, tiene la responsabilidad y capacidad necesaria para realizarle aportes sobre la base de nuestra formación, sensibilidad y experiencia.
Durante este tiempo hemos sacado al HCD de su ámbito natural, el Palacio Municipal, y lo llevamos más cerca de la gente, invitando a los vecinos a acercarse y participar entendiendo que el diálogo social y político es una demanda clara y contundente de los juninenses preocupados por la inseguridad, las dificultades de convivencia y el desorden que impera en la ciudad. Así fue que sesionamos en distintos barrios de la Ciudad y localidades del Partido; metodología que continuaremos a lo largo del año.
Fuimos los concejales quienes, frente al silencio, levantamos la voz en temas trascendentales para la ciudad. Y así fue que, desde el Concejo Deliberante, hicimos lo que nunca hizo la oposición en Junín, propusimos el diálogo político y social, gestamos y sancionamos una ordenanza que daba creación al Consejo Económico y Social. Pretendíamos generar espacios de diálogo y debate para la generación de políticas públicas promoviendo la participación colectiva. Insólitamente esa ordenanza fue vetada por Pablo Petrecca. Los juninenses seguimos aguardando los motivos de tan errada decisión.
Estuvimos al lado de los vecinos y juntos le exigimos al Intendente que se haga cargo del combate contra la inseguridad y termine con la autogestión policial que había comenzado con su mandato. No nos escuchó, y, a pesar de la enorme cantidad de efectivos policiales y recursos económicos con los que cuenta hoy Junín, el delito no para de crecer.
Hace meses le avisamos al Intendente, además Presidente del Comité de Cuenca, que el agua estaba viniendo sin control para Junín y que el sistema de compuertas de Mar Chiquita no funcionaba. Nos respondieron que tenían todo controlado y que dejemos de poner palos en la rueda. Una parte enorme del Partido de Junín esta hoy inundada, con graves pérdidas para los productores y la producción local; y las compuertas de Mar Chiquita siguen sin funcionar.
Y así también en el tema tarifas de gas y energía eléctrica, en donde frente al silencio oficial, fuimos los concejales de los distintos sectores quienes amplificamos el reclamo, multiplicado por millones a lo largo del país, logrando que el gobierno frene parcialmente el tarifazo.
Por mi forma de entender la política, siempre he mantenido una línea de diálogo respetuoso, aún en el disenso, con los distintos sectores. Sin embargo, lamentablemente, no de todos he tenido reciprocidad. Durante este pasado año y medio, prácticamente, no tuve la posibilidad de hablar con el Intendente Petrecca quien se ha cerrado sobre su grupo de confianza personal, y no abrió espacios para el debate político, ni siquiera para intercambiar opiniones. Sin embargo, a esa posición cerrada le hemos respondido con una actitud colaborativa, teniendo siempre propuestas positivas, generando proyectos y poniéndolos a disposición para ser utilizados en beneficio de los vecinos.-
Deseamos ayudar al Intendente a que el enorme volumen de apoyo que le conceden los gobiernos de la Nación y la Provincia se plasme en beneficios concretos para los vecinos. Tengo la convicción democrática del valor del diálogo en la búsqueda de soluciones a los problemas que se presentan cada vez con mayor nivel de complejidad en Junín. Históricamente los juninenses hicimos nuestro propio camino sin esperar a que las soluciones vengan de arriba, y hoy, cuando vemos que el orden, la seguridad, la sana convivencia se degradan en nuestra comunidad, es cuándo los gobernantes deben demostrar que están a la altura de las circunstancias, actualizando su visión y cumpliendo sus promesas.
La alternativa de un Concejo Deliberante sumiso y obediente al Ejecutivo no debería ni siquiera cruzarse por la cabeza de quienes gobiernan. Seria un verdadero retroceso democrático que ello ocurra. Esperemos que se abandone el sectarismo, la descalificación y los agravios, para retomar la senda del progreso y procurar entre todos una mejor calidad de vida para los vecinos de Junín