«Pase lo que pase no olvides que todo empezó en la placita de la Estación». La frase de papá que recordó Florencia Gamarra hizo de antesala de un paso determinante en su carrera deportiva, porque tiempo después confirmaba su salida de Sarmiento para integrarse a las filas de Estudiantes de Buenos Aires, equipo con el que no solo iba a tener la oportunidad de jugar por primera vez en la máxima categoría del fútbol argentino, sino que además la convertiría, ahora sí, en futbolista profesional.
Tras un inicio con derrota en condición de visitante ante Gimnasia y Esgrima de La Plata, Las Matadoras consiguieron dos victorias consecutivas, ante Independiente y Comunicaciones, que las tiene en la zona alta de las posiciones previo a su duelo de este domingo, como locales ante Excursionistas, donde esperan continuar con la buena racha.
A Florencia Gamarra le tocó ser titular en cada uno de los partidos, desempeñándose como zaguera central, posición que si bien no es la que ha asumido durante la gran parte de su carrera sí le había tocado ocupar durante la última temporada con Las Maestras.
-Están a las puertas de un lindo partido para estirar la racha de victorias…
-Es un lindo partido. Lo que nos había pedido el técnico en un principio para estas tres fechas, después del debut, era sumar los 9 puntos. Así que vamos a hacer lo posible.
-El inicio del torneo fue difícil, por la lesión de Lorena Benítez y después por una derrota dura ante Gimnasia, sin que lo amplio del marcador reflejara lo que pasó en cancha…
-Sabíamos que iba a ser un rival duro Gimnasia en el debut. Lo que había planteado el cuerpo técnico y la coordinadora desde el inicio de la pretemporada era que nos preparáramos para estar lo más arriba posible. Tal vez no para ganar el campeonato, pero sí para llegar lo más alto que se pueda. Ese desde un principio fue el objetivo del grupo. En esa pretemporada tuvimos muchas lesiones. La mala suerte de lo de Lore que viajó con la Selección y tuvo esa lesión. Hubo que acomodar el equipo otra vez. Se trabajó sobre eso, se puso la mejor y siempre es la actitud lo que no se negocia. Así salimos a jugar el primer partido. El resultado, si te ponés a mirar el partido, fue mentiroso. No merecimos esa diferencia. Se dio de esa manera. Lo pudimos ir trabajando y revertir esa situación para el partido siguiente.
–A nivel anímico, ¿cómo las afectó la lesión de Lorena Benítez?
-Nosotras sabíamos que ella venía con una molestia, pero obviamente que una nunca piensa lo peor sino todo lo contrario. Se dio de esa manera y golpeó, nos puso triste a todas. Ver a ella triste también es fuerte. Se levantó cabeza y enseguida nos pusimos a trabajar para tratar de ocupar ese lugar y sobrellevar los partidos de la mejor manera posible.
-Segunda fecha. Llega Independiente y el primer triunfo en Primera A. ¿Cómo lo viviste?
-Fue increíble, porque veníamos de ese golpe con Gimnasia y nos tocaba debutar como locales en Primera. Cuando terminó el partido y todos nos marcaban que fue algo histórico, creo que recién ahí nos dimos cuenta. La alegría desde un principio de poder estar jugando en nuestro estadio, en Primera y contra Independiente, de conseguir los tres puntos, fue soñado. Lo disfrutamos un montón todo el grupo y la gente que está a nuestro alrededor.
-¿El triunfo contra Comunicaciones fue especial por aquella final perdida con Sarmiento?
-Fue especial, sí. Me quedé con ganas de hacer un gol, porque tuve la posibilidad. Fue un partido duro porque me entero en el vestuario de la muerte de la mamá de Estefa (Aliano). Ya salgo a la entrada en calor mal, queriendo estar allá. Mis compañeras se dieron cuenta, los profes se acercaron y me preguntaron si estaba para jugar. Les dije que sí, que jugaba. La verdad que fue muy lindo haber ganado ese partido y en la cancha de ellos. Me dolió llegar, ver los colores, por ese sabor amargo que nos quedó de aquella final con Sarmiento. Ahora me tocó vivirlo desde otro lado. Terminó el partido y me fui. Los profes me dieron el permiso para viajar, coincidía que nos daban libre, así que ni dudé en tomarme el colectivo e irme directamente para Bragado.
-Tres partidos de Estudiantes en Primera A. Los tres los jugás como titular y como defensora central. ¿Era un puesto que te querías sacar de encima o no tenías problema con eso?
-En realidad a mí me llaman para jugar en el medio. Pero con el correr de la pretemporada, los entrenamientos, los amistosos que hicimos, me tenían fuera del equipo titular si bien tuve participación. De a poco, por lesiones que hemos tenido y por volver a ordenar el sistema, fui teniendo ese lugar porque sabían que yo en Sarmiento había jugado de central. Después también fueron viendo lo que hacía en el entrenamiento y me pusieron en la cueva, jaja. Estoy para lo que necesite el cuerpo técnico. Los profes lo hablaron conmigo y se los dije. Obviamente, antes que estar en el banco prefiero tener la oportunidad de jugar. A medida que pasan los partidos voy ganando más confianza. Sí fue algo discutido cuando estaba en Sarmiento, porque ya no quería saber nada. Tanto Sergio (Barbagelata) como Fede (Coronel) me decían vos tenés que jugar ahí. Nos hemos peleado, todo. Las pibas también me decían que tenía que estar atrás y yo re enojada. Hasta que logré entenderlo y bueno…
-¿Cuánto les cambió la mentalidad después de esas dos victorias consecutivas?
-Cuando empezamos a hacer amistosos, jugamos contra Racing, ya nos empezamos a medir y a entender que estábamos a la altura. Eso te da un voto de confianza para ir por más. Sufrimos muchas lesiones, como te dije, pero por suerte se pudo resolver a la hora de plantear un equipo. Tal vez el plantel que jugó el último partido no es el que estaba pensado para dar inicio al torneo. Poder haber resuelto de todos modos es muy positivo.
–¿La vuelta del torneo largo es mejor para ganar confianza?
-Yo creo que sí. Cuando empezaron a surgir las lesiones se habló mucho que el torneo iba a ser largo, que todas íbamos a tener oportunidad de jugar, que iba a ser favorable a la hora de tomar confianza en la categoría. Y creo que es así.
-Otra vez los equipos que llegan del ascenso son altamente competitivos. ¿Pero cuáles son las mayores diferencias con la Primera B?
-Siempre está muy claro que hay equipos que van a estar arriba, como Boca, UAI, San Lorenzo. El cambio de categoría se nota. A mí me tocó vivir esa crecimiento desde liga local, Primera B y ahora Primera A. Se nota en todos los aspectos. El juego es más rápido, que es algo que todavía está costando. En la B por ahí tenías un tiempo más para resolver. Después cambia mucho el contexto. Parece un dato menor pero el hecho de que todos los partidos sean televisados suma y hacer crecer un montón. También son diferentes las experiencias. Hablás con compañeras como Lore, Gabi Chávez… Es increíble y un aprendizaje diario. Hay jugadoras que son más chicas que yo pero vivieron todo tipo de experiencia con el fútbol.
-Entre esas experiencias que no habías vivido está la de llevar tu apellido en la camiseta. ¿Qué significa para vos?
-De mi infancia y adolescencia no tengo fotos y videos. Todo está en la memoria, que es lo más importante, ¿no? Pero el ver la camiseta colgada cuando debutamos, que tuviera el apellido, más allá de pasar a tener un nombre en el fútbol femenino, lo tomo como un reconocimiento a mi familia. Yo estoy acá gracias a ellos. Más allá que sea el apellido de papá, representa a toda la familia. Poder llevarlo a lo más alto es el mayor regalo que yo les pude dar.
–¿Hay algún partido que estás esperando especialmente poder jugar?
-Boca. Por todo lo que implica. Creo que está a la vista. Es otra repercusión. Igual trato de disfrutar todos los partidos, pero ese tiene otro sabor. Particularmente siempre quiero enfrentar a los mejores equipos.
-Hubo un posteo muy lindo tuyo en Instagram que tenía que ver con la frase de tu papá diciéndote que nunca olvides cómo empezó todo. ¿En qué circunstancias volvés a decirte esa frase a vos misma?
-En los momentos en los que por ahí me bajoneo, en situaciones difíciles que tengo que enfrentar y pasar. A veces una no puede ver dónde está y lo que logró. Son las personas que tengo alrededor las que me lo están marcando constantemente. Pero es en esos momentos que me pongo a pensar dónde arranqué y dónde estoy hoy. Me pasó cuando terminé el segundo torneo con Sarmiento, que fue todo triste otra vez por haber perdido la posibilidad del ascenso. Se me juntó también con la muerte de mi mamá y el año se hizo entonces más que duro. Dentro de tanta tristeza, la intención es siempre buscar lo lindo y por eso papá me dijo eso por teléfono.
