El pasado domingo, Gio Dell’Osso jugó su primer partido como titular en la Primera División Profesional del Fútbol Femenino Argentino, tras una lesión que le demandó casi ocho meses de recuperación.
Se convirtió así en la primera jugadora con pasado en la Liga Deportiva del Oeste en hacerlo, ya que antes de jugar para Estudiantes de La Plata defendió la camiseta de Las Guerreras de la UNNOBA, equipo con el que se coronó tanto en el torneo local como en los Juegos Universitarios Regionales.
El contacto con el fútbol para la mediocampista de 24 años tuvo, sin embargo, lugar mucho antes en Pergamino. «Empecé a jugar alrededor de los 12 años. En Pergamino había fútbol 7. En su momento jugábamos los Bonaerenses y, con el Negro Brizuela, para Fomento Centenario. Después pasamos a Douglas, que también era fútbol 7. A los 16 o 17 dejé y hasta los 20 no volví a jugar. Después empecé en fútbol cinco, en las Rompe Redes. Ahí terminamos de hacer la amistad con la Negra Mansilla, que ya la conocía del colegio», le contó a Junín 24.
El contacto con Lucía Mansilla, hoy en Sarmiento, y también con Silvina Ferreira fue clave para su llegada a UNNOBA, casi sin querer. Pero queriendo. «Las chicas me habían comentado que estaban en fútbol 11. Fui a verlas, arranqué de espectadora un año. Un día me quedo, no me acuerdo si para una fiesta o qué. Al otro iban a entrenar y yo estuve peloteando un poco. Diego (Carpinella) me dice che, Gio, ¿no querés jugar? Me aclara que me iba a tener que anotar en la facu, si es que quería estudiar. Le digo que sí, que mi idea era estudiar pero todavía no sabía bien qué», recordó.
Mucho no lo tuvo que pensar. Eligió la carrera, porque en realidad hace tiempo había elegido la pelota y no iba a dejar pasar semejante oportunidad: «Decidí estudiar contabilidad. Me anoté y empecé a jugar. La carrera la dejé a la mierda«, reconoció dejando escapar la risa, que obviamente fue contagiosa.
Gio lleva ya casi dos años jugando para Estudiantes de La Plata, pero conserva fresquitos los recuerdos de su paso por Las Guerreras. Y hasta se siente parte, porque los vínculos ya fueron creados.
«Para mí UNNOBA fue un paso muy importante. En su momento no había las posibilidades que hay ahora para jugar y el hecho de estar con Las Guerreras me impulsó a tomar la decisión de venirme para acá. Hace poco estuve hablando con Flor (Coroli) y Euge (Reynoso). Hasta hace dos meses estaba en el grupo con ellas, porque quería seguir en contacto. Después me corrí, porque ya me sentía la molestia. Pero sigo hablando, también con Vero (Mc Cormick). Para el día del DT lo saludé al Pela (Diego Carpinella), que es lo más. El contacto no se pierde porque fueron quienes ayudaron también a que tome mi decisión. También hablo mucho con la Negra de lo que va pasando con Sarmiento», contó.
Y agregó: «Es doloroso dejar un equipo, porque una se acostumbra a las caras, a hacer una amistad y a compartir cosas. Tomar una decisión así de cambiar de club, para probar jugar otro torneo, es duro».
También fue duro para Gio DellOsso tener que perderse la mayor parte de un semestre que fue histórico para el fútbol femenino en general y para Estudiantes de La Plata en particular, pero ya está de regreso y ansiosa por tener muchos minutos de juego en 2020.
«En lo personal venía de jugar de titular el torneo pasado, que estuvimos en la Zona Permanencia. Haber mantenido la categoría y no poder volver en el mejor momento, cuando arrancaba la Primera División Profesional, fue durísimo no poder jugar. Y mucho más no poder jugar el clásico contra Gimnasia, porque fue muy fuerte lo que se vivió en ese partido».
La mediocampista con pasado en UNNOBA reconoció que si bien se habla de una Primera División Profesional en Argentina, todavía falta camino por recorrer para que esto sea realmente así. En ese camino está Estudiantes. «Estamos encaminadas, aunque todavía nos falta. Por ahí la inversión que se hizo en el nuevo estadio no jugó tan a favor a la hora de hacer ese gasto que implica una Primera División profesional. Pero sabemos que va a venir».
Por Juani Portiglia – @JIPortiglia