Su hijo fue reconocido por cuatro de cinco testigos que realizaron la rueda de reconocimiento hasta ahora como el que le pegó la patada final a Fernando Báez Sosa.
El papá de Máximo Thomsen, uno de los rugbiers acusados de haber asesinado a golpes a Fernando Báez Sosa, visitó a su hijo en la comisaría de Pinamar y afirmó que su familia está destrozada y “viviendo una pesadilla”.
Hasta el momento, no había trascendido ningún comentario acerca de la percepción de los rugbiers sobre el hecho. Ahora, el papá de Thomsen, afirmó que su hijo “está totalmente destrozado”.
Este sábado fue el segundo día de visitas familiares a los detenidos -el primero fue el miércoles- y quienes se acercaron a la comisaría, pudieron pasar a ver a los jóvenes de a uno e ingresar con víveres y ropa, pero no con dispositivos tecnológicos. Próximamente, los rugbiers serán trasladados a la cárcel de Dolores.
Maximiliano Thomsen fue reconocido por cuatro de cinco testigos que realizaron la rueda de reconocimiento hasta ahora como el que le pegó la patada final a Fernando, esa que le dejó una huella marcada en la cara.
Sobre los videos que podrían probar que el crimen fue premeditado, el padre del acusado defendió al grupo de amigos. “No hicieron ningún plan para matarlo, eso es una locura”, aseguró.
Además, afirmó que la familia está viviendo “una pesadilla total” y que no tienen nada para decir sobre el crimen. “Estoy destruido, estamos muertos”, arrojó.
Los diez rugbiers detenidos en el marco de la causa permanecerán alojados en esa seccional policial y el lunes serán nuevamente trasladados a la sede de la Secretaría de Seguridad municipal, donde continuarán las ruedas de reconocimiento.
Hasta el momento, siete de los diez detenidos fueron identificados en alguna medida como participantes de la golpiza a la que sometieron a Báez Sosa hasta provocarle la muerte.
Fuente: tn.com.ar