A veces, algunos inconvenientes se pueden solucionar con buen trato y no estaría mal algún gesto comprensivo por los responsables de mantener el orden.
Hay problemas que se solucionan con sentido común y buen trato
En este caso, la relación se centra en una situación ocurrida en el Hospital Abraham Piñeyro entre los días lunes y martes.}
“Quiero reclamar por la actitud de personal policial que está encargado de controlar en el HIGA”, la entrada y salida de la gente.
“El lunes a la tarde ingresó una mamá con su hijo de 9 años, con Síndrome de Down, que habían trasladado de Mercedes por una neumonía”, comienza relatando el testigo.
“A la nochecita – continúa-, llega el padre y la Policía le dijo que se tenía que ir. Que no podía quedarse en el hospital. Es más, llegaron a amenazarlo con que si insistía lo llevaban detenido”.
No terminó todo allí. “Al día siguiente, el martes, le realizaron una intervención al nene, para colocarle un drenaje, El padre volvió junto a un tío y querían quedarse para acompañar tanto a la madre como a su hijo. Pero volvieron a echarlos”.
Es posible que de atenerse estrictamente a las normas impuestas en centros de salud, sea un hecho indiscutible que no se les permita permanecer. Pero hay formas de expresarlo por un lado y mejor si a ello se le suma un poquito de humanidad.
Una familia, lejos de su casa, un hijo enfermo y la necesidad de ayudar y contener.
Si hay algo para destacar en esta historia es que quien nos relata la historia también explicó que “les di un lugar en mi casa y así se pudieron quedar”.
Así llegó una mano solidaria y comprensiva que permite pensar que no todo está perdido.