Henry tenía toda la razón. Está claro que en estos tiempos que nos ha tocado vivir el presupuesto para publicidad se ha reducido al haberse reducido los beneficios y en consecuencia el dinero disponible par inversiones. Y digo inversiones ya que siempre he considerado la publicidad como una inversión. Pero no podemos frenar en seco las inversiones ya que esto no provocaría otra cosa que el declive de la empresa hasta su desaparición.
En consecuencia, debemos seguir invirtiendo en publicidad pero al disponer de menos presupuesto tenemos que afinar nuestra creatividad y optar por soluciones lo más efectivas y rentables posibles. Son las llamadas empresas Low Cost, empresas que no bajan precios reduciendo calidad sino empleándose a fondo para lograr reducir costos y optimizar los recursos.
También es necesario reducir la publicidad de marca en aras de la publicidad que nos traiga ventas rápidas. Lo ideal sería que estas actuaciones enfocadas a la venta rápida tuviesen un componente de conocimiento de marca. ¿Cómo?, de nuevo la misma respuesta… imaginación, creatividad, innovación.