Horas cruciales en la investigación por el rapto de la menor de edad el miércoles de la semana pasada

Por un lado,  la cámara Gessell y por otro –trascendental-, la apertura de aparatos de telefonía celular secuestrados durante el operativo en Chacabuco.

La información que  logren recuperar podría llegar a determinar si el individuo  actuó en un hecho aislado, si lo hizo sólo o si detrás suyo se mueve una red de trata.

Pero además resta fijar fecha para que al detenido, de 32 años, le realicen las pericias psicológica y psiquiátrica cuyos informes se incorporarán a la causa.

Mientras tanto, ya se habría establecido que el certificado de discapacidad que llevaba Juan Carlos Báez en el momento de su aprehensión, no era “trucho”.

Fuentes cercanas a la investigación señalaron que  el diagnóstico que consta en el documento sería el de  retraso madurativo moderado.

Cabe destacar que el accionar del raptor, el manejo que mostró durante las horas que permaneció en la Terminal de Ómnibus esa mañana de miércoles cuando llegó a Junín,  la actitud en el coche de alquiler que tomó para pasar a buscar a la menor de 12 años, el hecho de haberse colocado –una vez en la formación ferroviaria- el chaleco perteneciente a las fuerzas de seguridad con la intención de evitar posiblemente algún tipo de control y hasta que –según trascendió- haya sido la niña la que se acercó a la ventanilla de la Estación a adquirir un pasaje portando el documento de identidad de su progenitora, estarían hablando de un individuo que conocía la criminalidad del hecho

Más allá del avance de la investigación en estos últimos seis días, llegan momentos fundamentales en el avance de la causa.

Vale recordar que Báez, quien permanece alojado en una dependencia policial de la zona, enfrenta varias imputaciones de gravedad; rapto, usurpación de títulos y honores y abuso sexual infantil.