Con una mezcla de tristeza, bronca, indignación, Virginia, víctima del robo de su moto, a través de una nota, vuelca la sensación que la embarga.
Indignada: “Dos meses tenía mi moto, era nueva, era mía”
“Bueno, -comienza señalando-, visto y considerando que la policía no hizo más que un excelente “dramático” a mejor actuación del año, haciéndose los ocupados y preocupados por la moto que me robaron el día viernes 27 de junio, del domicilio de mi mamá y considerando además, que les entregué por mis propios medios el video que conseguí de las cámaras de vecinos que fueron los que más colaboraron…”.
“Gracias a ellos, pude dar con el nombre del supuesto ladrón”.
Por todo ello “hago pública esta situación… vergüenza tienen que tener. Policías poco profesionales (y soy generosa llamándolos profesionales)”.
Es más, “no solucionaron ni hicieron nada… dos meses tenía mi moto, era nueva, era mía”.
Y en la misma nota cuenta lo que hizo por recuperarla, “yo me medí en el barrio a buscarla… entré a las vías… vergüenza tienen que tener, que una mujer sola haga su trabajo”.
“Siempre me callo. Pero nos cansamos!!! Somos la ciudad entera, desconforme con ustedes. En vez de solucionar, pareciera que trabajan en sociedad con los ladrones… el puesto les queda muy grande”.
“Ni un acta de denuncia pudieron hacer. Una vergüenza”.
La nota lleva la firma de Virginia Alfonso, víctima del robo de su moto que, como remarca, simplemente, es suya.
Nos aporta además un video que, es el que aportó intentando, desesperadamente, en su afán de encontrarla.
Cabe aclarar que no es la primera vez que víctimas del robo, por lo general de motos, arriesgan su integridad rastreando datos que les permitan recuperar lo que con tanto sacrificio y horas de trabajo logran comprar.