Debido al ritmo que viene registrando la inflación desde comienzos de año, el gobierno de María Eugenia Vidal se verá forzado a otorgar un incremento superior al 4,5 por ciento previsto originalmente en el primer ajuste salarial automático de este año para los empleados públicos.
El Ejecutivo había acordado con los gremios estatales de la administración central, regidos por la ley 10.430, un esquema de aumento salarial en cuatro cuotas de 4,5 por ciento, a pagar en enero, abril, julio y octubre, pero con una cláusula que ajustaba a la alza si la inflación medida por el Indec para cada período supera esa cifra.
Para ese esquema, el cálculo que hacen en el gobierno es que en enero la inflación oficial fue del 1,3 por ciento, en febrero del 2,5 por ciento y nada indica que en marzo vaya a ser menor al 2 por ciento que vienen señalando todas las mediciones privadas. En ese escenario, el período tendría una suba del 5,8 por ciento.
Si los números se confirman, la Provincia deberá pagar la diferencia para evitar el deterioro del poder adquisitivo de los salarios, una medida que ya está en la agenda oficial.
Los gremios que firmaron el acuerdo -UPCN y los nucleados en Fegeppba como Salud, AERI y APOC, entre otros-, se aseguraron que la actualización será automática, es decir, no habrá necesidad de llamar a paritarias para volver a negociar con el Ejecutivo. La diferencia que resulte entre el 4,5% y la inflación, se abonará en forma directa.
