¿Quién quiere ser reina si puede ser futbolista? Así como los estereotipos de la mujer perfecta que impuso la sociedad patriarcal, sea desde una conducta tipo a determinados parámetros de belleza, empiezan a entrar en desuso; cada vez son más las que saltan a la cancha para ganar terreno en otro de esos espacios que, nos hicieron creer, eran exclusivos del hombre.
Parte de ese cambio intenta ser reflejado también en el Carnaval de Lincoln, uno de los más importantes de la provincia de Buenos Aires, donde han empezado a transitar esa mutación del cuento de reinas y princesas al de Embajadora Cultural, aunque les quede todavía camino por recorrer.
Entre las dieciocho postulantes a ser electas el viernes 21 de febrero se encuentra Irina Bonetti, de 18 años, jugadora de fútbol y orgullosa representante de Rivadavia de Lincoln que dialogó con Junín 24 para reinventar el mensaje y reflejar, también, que mujer bonita es la que juega a la pelota.
J24– ¿Cuáles son los requisitos para ser postulante y qué cambió en la elección?
IB- Para presentarte tenés que tener entre 18 y 26 años. Ya no importan las características, tampoco si sos mamá, no hay ningún drama con nada. Desde Cultura, obviamente con injerencia de la Municipalidad, se están llevando a cabo distintas actividades que promuevan ese cambio desde el trayecto. Si bien sigue habiendo cosas particulares de la elección, se busca que las actividades previas y el contenido tengan otro sentido.
¿Qué actividades fueron realizando hasta ahora?
Empezamos yendo a El Triunfo, donde una de las postulantes que es de allá hizo de anfitriona en el club CASET y nos recibió de la mejor manera. Pasamos todo el día ahí, disfrutamos los Carnavales y recorrimos un poco el viernes. También estuvimos en los Carnavales de Roberts y Bayauca. Un sábado estuvimos en el Hotel Mestizo, de acá de Lincoln, y ahí conocimos a Matilda Blanco. Tuvimos un día productivo con ella. Nos enseñó de postura, de cómo caminar confiadas. No fue estricta. Muchas preguntaban si era como en la tele. Como yo no veo mucha tele, no sabía. Pero ella fue muy amable con nosotras. También fuimos a la planta de ósmosis inversa de Aguas Bonaerenses, que empezó a funcionar en octubre. Fue importante ir recibiendo información de la que por ahí estábamos alejadas.
¿En qué cosas se ve reflejada la mutación de la elección de la reina a la de embajadora cultural del Carnaval? ¿Estás de acuerdo?
Claro, es importante dejar de lado el estereotipo. Estoy totalmente de acuerdo. Si bien hay particularidades de lo que es una elección, es un trayecto en el que de verdad se siente el cambio. Desde el vamos nos dijeron que no va a haber desfile en malla y nos quedamos todas diciendo genial. Verdaderamente eso es algo muy significativo en la creación de ese estereotipo de belleza. Entonces fue muy grato que te permitan ser como sos, naturalmente. Si bien una puede o no limitarse en alguna actitud o respuesta, nos va a permitir ser mucho más naturales. Tenemos mucho apoyo de la organización, porque lo que no quieren es que haya ningún tipo de problema.
¿Sos la única futbolista entre las postulantes?
Sí. Hay alguna que otra que ha practicado anteriormente, pero ninguna jugadora. Justamente una de las postulantes que hay tiene como proyecto estudiar periodismo deportivo y que el fútbol femenino se vea mucho más reflejado. Cuando se habló ese tema me pusieron como ejemplo de jugadora.
Tu participación en las distintas actividades complicó la presencia en el Nocturno…
El sábado que jugamos contra Independiente justamente fue el que habíamos estado con Matilda Blanco. Habíamos ido a las 9 de la mañana y por una cuestión de organización todo se retrasó un poco. Yo empecé a notar que no llegaba al horario del partido, porque íbamos a estar muchas horas ahí. Estaba en Lincoln, sabía que no podía salir con las chicas, que se iban dos horas antes del partido. Desde el hotel llamé a mi hermano, para que viniera rápido. Yo dije que tenía que jugar, así que ya terminando el evento me dejaron ir. Mi hermano, un genio, agarró para Junín y llegamos justo. Menos mal que el partido se retrasó un poco. Me cambié rápido y salí a jugar.
Y menos mal que no se suspendió antes…
¡Tal cual! Encima cuando íbamos en la ruta ya se largó a llover. Yo pensé que lo suspendían.
¿Desde cuándo jugás y qué es el fútbol para vos?
Es un juego por la parte de la diversión, pero lo practico y lo entreno como si fuera la Supercopa. Me encanta, de chiquita. Cuando arranqué a jugar tenía siete años, era municipal acá en el CEF de Lincoln. Todavía no había fútbol femenino en Rivadavia. Estaban Darío (Eletto) y Pablo Maíz. Empezamos con otras dos compañeras que todavía están: Jennifer Trillo y Martina Ríos. Hacíamos los encuentros, las actividades.
¿Y el futuro lo imaginás apostando al fútbol?
Una de las cosas que no me permitió irme, porque iba a estudiar kinesiología en La Plata, fue plantearme qué iba a pasar con el fútbol. A mí me encanta jugar y si bien podría haber buscado equipo allá, yo siempre soñaba, y no exagero, en poder representar al Club Rivadavia con una camiseta toda mi vida. Siempre quise que haya fútbol femenino en el club y ahora que hay no quería dejarlo. Pero también me planteo que yo no sé si voy a vivir de eso, que tengo 18 años y que en el mientras tanto tengo que tener trabajo, estabilidad. Si bien va progresando, el fútbol femenino no te da esa seguridad. Empecé a estudiar el Profesorado de Educación Física acá en el Instituto Nuestra Señora y a la par sigo con el fútbol con las más altas expectativas.
¿Es especial ser la representante del fútbol de Rivadavia en esta elección?
Sí, es espectacular. Muy gratificante. Es una satisfacción enorme que me cuesta explicar. Si bien somos 22 jugadoras, que tienen la camiseta, que representan al club, no es lo mismo poder llevar, trasmitir lo que significa Rivadavia de Lincoln. Yo tengo la oportunidad de presentarme y decir acá estoy, representando al club que me identificó toda la vida.
Y las pibas deben estar como locas…
Y sí, viste cómo son las chicas. Re tranquis, pero están ahí todo el tiempo preguntándome. Siempre fue un grupo muy unido. La Primera que se armó me llena de felicidad, porque además de ser un gran equipo están siempre adelante los buenos modos, las formas de dirigirse y de ponerse en el lugar de la otra. Podemos tener nuestros vaivenes, pero siempre podemos resolverlos sin dificultad. Eso está muy bueno.
¿Sufriste mientras sabías que se estaban jugando esos dos partidos en los que no pudiste estar?
Previo a esos partidos te juro que tenía unas ganas de llorar… El de UNNOBA, que era un partido re difícil, y el de BAP, que es un equipo nuevo, con chicas que pasaron del básquet al fútbol, y por ende una experiencia nueva para nosotras. Fue esperar el resultado para ver cómo les había ido, con un dolor enorme. Pero después, ver los resultados, la garra que le ponen las chicas, te da esa tranquilidad. Obvio que me pone mucho más nerviosa que si tuviera que salir a jugar. No porque me sienta fundamental, porque es un grupo en el que podés confiar totalmente.
¿Te enterás con anticipación cuando no vas a poder jugar?
Por ejemplo, con lo del Hotel Mestizo yo ya sabía, entonces ya había planificado cómo hacer para llegar. Después se demoró todo y por suerte gracias a mi hermano pude ir. Pero me pasa eso de no saber si puedo o no confirmar si voy a estar en un partido.
¿Y para qué sentís que está Rivadavia en el Nocturno?
Es muy subjetiva mi respuesta. Yo no he visto a todos los equipos. Sé que Rivadavia de Junín está muy bien, que UNNOBA y nosotras estuvieron muy parejas. Pero lo importante es que estamos resolviendo muy bien los partidos. Verdaderamente no podría dar un resultado, porque en el fútbol dos más dos no hace cuatro. Ojalá lleguemos lo más lejos posible. Tenemos las condiciones.
¿Ya hablaron de las intenciones del cuerpo técnico de entrar en un torneo de AFA en el futuro?
Darío lo ha comentado con nosotras. Es un proyecto que tiene a futuro y que yo veo muy bien. También tenemos que ser conscientes de lo que tenemos que aportar nosotras, de nuestra disposición, porque va a depender mucho de eso también. Pero de a poco vamos a ir aumentando el nivel, las ganas, la disposición y el compromiso. El apoyo de él como técnico siempre va a estar. Sabe mucho de fútbol y nos da mucha seguridad.
¿Las presiona pensar que para que la dirigencia se motive con esto hay que lograr buenos resultados deportivos previos?
No lo hemos hablado en profundidad todavía. Ni tampoco lo hemos pensado así. Somos conscientes de que lo primero es tener una base y una vez que consideremos que los resultados fueron buenos, se probará. Es verdad que tiene que haber un acompañamiento económico también y está todo complicado. El apoyo lo tenemos, nos dieron rifas para vender, pero sigue siendo todo muy a pulmón. La nueva comisión está muy a pulmón. Se vendieron un montón de rifas y fue espectacular. Con esa plata fue con la que viajaron a jugar, así que imagínate. Pero ellos confían mucho en el equipo.
Por Juani Portiglia