El jueves pasado, por momentos, en la ciudad se sentía un desagradable olor a cloacas que llevó a que llegara la inquietud a Junin24. Para hablar sobre la problemática, fueron consultados Javier Souto –ex titular de Defensa Civil y en la actualidad dirigente que milita en las filas del partido de Javier Milei y Juan Pablo Castagnola.
Para ellos, “la problemática viene desde hace años, cada vez que se inaugura un barrio con cloacas, revienta y enseguida se busca entubar para el lado de los desagües, que es lo que vemos. Y con el olor está todo claro”
Souto entiende que ocurre porque “no se estaría trabajando bien. Las están conectando en desagües. No sé quiénes. Si público o privado. Lo cierto es que trae problemas, contamina” y a la par “aparecen las enfermedades. Si hubiera una buena gestión sería evitable”.
Por eso, “tendrían que traer el equipo de trabajo que tiene el municipio e ir cuadra por cuadra, seguir el mapa y ver porqué están conectadas las cloacas en los desagües pluviales. Y no es el único éste, donde nos encontramos, en Padre Respuela y Circunvalación. También pasa en los nuevos, como el que se hizo en Barrio Norte”. Para quienes es más complicado porque son los que más lo sufren son “los frentistas que tiene adelante las bocas de tormenta. No se puede estar por el olor”.
Se suma Juan Pablo Castagnola, que considera que “el sistema de cloacas crece a la par de Junín y no es acorde a la planta depuradora”. Para comenzar, “los químicos que se tienen que usar no son los que se utilizan, ni la cantidad necesaria. Así, la materia fecal que sale al Salado tiene un alto índice de escherichia coli, que produce enfermedades”.
Más aún, “por lo que investigamos en el hospital, “Junín es la localidad de la zona que mayor cantidad de gastroenteritis virales tiene y es atribuible a esta problemática. Una situación sanitaria que afecta a la salud de los ciudadanos”, remarcó Castagnola. “El problema no es nuevo. Viene prácticamente desde el 80. No hubo una gestión que se haya puesto las pilas y trate de solucionar, no sólo para mejorar la salud de la gente de Junín sino también para las localidades vecinas”.
Se suma en este tramo Javier Souto al considerar que en una “ciudad tan grande que tengamos este olor es insalubre”. Para el entrevistado, además, habría que agregar que el “agua hoy, no está recibiendo el hipoclorito que necesita para atar más bacterias. Y al tener tanto arsénico, con las bacterias se potencia”. Y no se trata de un problema de “falta de inversión sino de controles”
Souto remarcó que sus expresiones no tienen que ver “con hacer política ni nada. Pero hay criaturas que están transitando y se encuentran con esto. No se les da solución y seguimos cada vez peor. Estamos en 2023 y no pudimos solucionar lo básico”. Bueno sería “que tomen cartas en el asunto desde el ejecutivo y los concejales, que cobran un buen sueldo. Que revean las cosas”.