Juliana Santucho se hizo en el barrio, compartiendo cancha con las mismas amigas que hoy celebran cada uno de sus logros. También la amistad la guio hasta La Favela, donde empezó a entrenar más formalmente cuando el naciente club armó equipo de fútbol femenino. Y el deseo de competir de manera oficial la llevó más tarde a Moreno, donde hoy tiene el privilegio de ser la máxima goleadora del club desde que empezó a disputar Liga Deportiva del Oeste.
Lo que da mayor valor a sus goles es que tres de ellos sirvieron para conseguir las dos victorias que tienen Las Morenas en su historial. Fue doblete en el pasado Nocturno para ganarle 3-2 a Independiente y uno el último fin de semana, en el triunfo 2-0 ante su exequipo, La Favela, que ilusiona con poder avanzar más allá de lo que lo hayan hecho antes.
-No te teníamos de Sub-15, ni de Sub-17… Fue como una aparición sorpresiva la tuya en Moreno. ¿Por qué antes no?
-Yo estaba en La Favela, empecé a entrenar ahí. Después con unas chicas conocidas mías me fui a Moreno. Y nada, me quedé. Me gustó el grupo, el equipo. La verdad que son fenomenales las chicas.
-Pero evidentemente, cuando empezaste en La Favela, ya tenías mucho fútbol. ¿Dónde se forjó?
-Ahí en el barrio. Cuando era más chica había un equipo en el barrio y de ahí salimos. Me hubiera gustado de chiquitita poder ir a un club. No se dio, simplemente. Pero me hubiese encantado. Jugando en el barrio, con los chicos, también aprendés muchas cosas.
-De ese equipo que jugaba en el barrio, ¿tenemos a varias integrando equipos de Liga?
-Sí, las hermanas Silva… Había un buen equipo y ya de chicas jugábamos. Estaba Marilo, que ahora está en La Favela. Un grupo re lindo. Después nos fuimos desarmando porque cada una hizo su vida, se fue a otros equipos.
-Sé que en La Favela te valoraban mucho, como jugadora y como persona. ¿Que te hayas ido tiene que ver con el deseo de entrar en Liga?
-Sí, fue eso. Yo quería empezar a competir. No me podía quejar en La Favela. Son geniales las chicas. Cuando supe que La Favela iba a entrar a este torneo me agarró una cosita, porque con las chicas tengo un trato excelente. Arrancar desde cero en La Favela fue importante para mí, es algo muy sentimental. La Turca también, excelente la preparación que le da a las chicas. Pero ahora estoy acá en Moreno y no me voy a ir porque me siento muy cómoda y todas son geniales. Tenemos un grupo excelente.
-Lo de goleadora histórica de Moreno empezó como un comentario al pasar en el Nocturno, pero te lo tomaste muy en serio y vas a dejar la vara alta para las que vengan. ¿Qué te genera todo eso?
-Es algo que no puedo creer. Yo no pensaba que iba a llegar a que se me reconociera por eso. Es algo que me mueve, algo muy lindo. Espero poder sumar muchos goles más, obviamente. No se si e día de mañana alguien va a hablar de mí como goleadora histórica del fútbol femenino del club. Pensarlo me genera nervios, ansiedad, ganas de hacer más goles.
-Vienen de un Nocturno en que les tocó un grupo durísimo para un equipo en formación. Ahora no solo se fortalecieron mucho como equipo, sino que están en una zona que a priori parece dar muchas más oportunidades. ¿Cuánto juega la cabeza ya sea cuando no podés salir de una mala racha como cuando la evolución se refleja también en resultados?
-Gracias a Dios hoy pudimos armar un equipito re lindo. Se sumaron buenas jugadoras, nos sentimos más cómodas. Tenemos a nuestra veterana, Poli (Reichenshammer), que mueve todo en el campo. Es una genia total y nos da mucha tranquilidad a todas. Nos pasó en este torneo empezar con Rivadavia de Junín, que tiene un equipazo. Entrar todas muy nerviosas por eso. Y terminar ese partido perdiendo 2-0 nada más, cuando en torneos anteriores había sido mucho más grande la diferencia, nos dio mucha confianza para lo que viene. Sabemos que tenemos que meterle mucha garra. Al principio nos cagaban a goles, por así decirlo. Hoy nos sentimos mejor preparadas para salir a jugar los partidos.
-Ese partido que mencionás con Rivadavia, ¿lo sufriste por tener que resignar tu función principal para dar una mano en la recuperación?
-Jaja, sí. Nos costó mucho llegar al área de Rivadavia. Tuvimos un par de llegadas lindas que no se dieron. A mí me gusta agarrar la pelota y encarar. Pero trato de dar una mano para recuperar. Cuando mi DT me lo pide, ahí estoy.
-Después de ese partido con Rivadavia, ¿golpeó al ánimo del grupo que la derrota con Newbery haya sido mayor?
-No. Nosotras sabíamos que Newbery también es un equipo fuerte. Que hay chicas que juegan muy bien. Ese partido con Rivadavia nos había dejado mucha tranquilidad y tratamos de no perderla más allá de cómo se dio el partido con Newbery. Ahora nos tenemos mucha más fe.
-El último domingo, contra La Favela, fue de ustedes no solo el resultado sino también el trámite. De lo que vi, fue la mejor producción de Moreno desde que está en Liga. ¿Se valora incluso más ese progreso que el resultado final?
-Fuimos mejores, sí. A pesar que la cancha estaba media media y complicaba, que fue muy temprano, creo que el partido fue nuestro. Por suerte se nos dio. La Favela tiene además una muy buena arquera, que en un momento pareció que no podíamos…
-¡Pero qué golazo hiciste!
-¡Sí! Yo creo que fue el mejor de los que hice en Moreno. Fue un golazo. Después Poli me decía, lo aseguré por las dudas, jaja. Es una genia.
-Nombrás mucho a Poli y creo que su cambio de posición, dejando la defensa para involucrarse con ese primer pase de ataque, les hizo muy bien. ¿Coincidís?
-Sí. Nos da mucha tranquilidad para jugar. Eso otra cosa. Tiene calidad, tiene experiencia. Nos ayuda un montón eso a nosotras.
-Y de las que llegaron, ¿hay alguna que sientas especialmente que les aportó un montón?
-Mili (Pastorino). En la defensa es fundamental. Una genia. También Shirley (Actis). Nos estamos entendiendo bastante bien con las chicas.
-Noté que tenés mucha banca más allá del club. ¿Qué te genera eso?
-Sí, la verdad que sí. Mi mamá, mi hermana, siempre están. Las chicas de otros clubes también. Eso es re lindo. Mi novio, que no falta a ningún partido. Nos llevamos muy bien y yo tampoco falto a ningún partido de él. Siempre está acompañándome.
-¿Hablan como grupo de lo que les gustaría conseguir en este torneo?
-Queremos llegar. Estamos tratando, entre todas, de sumar buenos puntos, sumar goles. Es un trabajo de todas. Le estamos metiendo mucho para eso. No se si Copa de Oro, ojalá se nos de. Nosotras vamos siempre juntas y con toda la fe.
-Si bien ya jugaron Copa de Plata, la clasificación era diferente. En este Apertura, acceder a esa instancia ya tiene muchísimo mérito porque son varios los equipos que van a quedar en el camino.
-Sí, ahora es otra cosa. Yo creo que ya clasificar a la Copa de Plata para nosotras va a significar muchísimo. Lo merecemos y vamos a meter todo como equipo para conseguir ir avanzando.
-¿Qué cosas del grupo, del cuerpo técnico, son las que más cómoda te hacen sentir?
-El grupo, como dije, es buenísimo. ¡Y el grito de Caro (Cravero)! El grito de Caro tiene que estar. Ella te transmite algo distinto. Y nos hizo entender que si no nos va bien, no nos va bien. Listo. También Sole, la pareja, es fundamental para nosotras. Aunque no juegue, aunque no esté en el banco. Somos como una familia. Es otro trato, otra cosa.
-Se armó también una Sub-15 muy linda, algo que en el futuro va a ser bueno para todas por la posibilidad de generar ese recambio que nace del club…
-La están rompiendo. La verdad que se lo re merecen. Le tienen que meter. Ojalá yo hubiese podido hacer el deporte desde mucho más chica, me hubiese encantado. Trataremos de mantenernos ahí para darle el pie a ellas y que a futuro se integren a nosotras, que sean futbolistas.
-En base a tu experiencia reciente integrando clubes, ¿llevarías a tu nena a jugar a la pelota?
-¡Sí! No se si a ella le gustaría, pero si le gusta la llevaría. Yo tengo a mi mamá que es re copada, que nunca me negó un deporte ni nada. No lo haría yo tampoco con mi hija. Puede tener sus cosas malas el fútbol, pero gana lo bueno por mucho. Lo lindo de conocer gente, la sabiduría de muchas mujeres futbolistas. Pongo siempre el ejemplo de Poli, que nos enseña, nos tranquiliza. Mi nene ya juega al fútbol, en la Escuelita de Villa. Le veo un futuro re lindo.
-¿Y cuando se junte que juega el nene y jugás vos?
-Ahh, ahí va a ser difícil. ¡No falta nada! Ya me pasa ahora con los encuentros de Escuelita. Al anterior no pude ir, fue el papá. Fue difícil, porque yo soy todo para él. Eso va a ser difícil, jaja.
-¿Hay algún sueño, pequeño o grande, que quieras cumplir como jugadora?
Llegar. Llegar muy lejos. Que a la gente le guste mi fútbol. Que digan qué buena jugadora es, jaja. Si el día de mañana se me dan esas oportunidades estaría bueno. Que la gente que me conozca pueda decir uy, mirá esta piba a dónde está. Yo me identifico mucho con mis amigas fuera del club, con las que siempre estamos juntas, con las que jugamos sintéticos. Stefy Lacarra, Mica Canavessio, Johanna Gómez… Un montón. Ojalá que no me falten nunca.