Nota de análisis histórico
Por Carolina Corfield Fulcheri
El 21 de marzo por la tarde, el municipio de Junín determino en virtud del decreto de Necesidad y Urgencia Presidencial debido a la pandemia COVID- 19 y con el fin de un mayor control, bloquear preventivamente los pasos a nivel de Avenida Intendente de la Sota, calle Almirante Brown, Ricardo Rojas y alcantarilla de calle Chile. Se dispuso en los restantes pasos; operativos fijos y dinámicos con el fin de controlar la movilidad urbana, ergo, la proliferación de dicho virus.
Las quejas en los medios, las fotos, las preocupaciones de quienes por trabajo o salud circulan (aún en estos momentos de cuarentena) por dichos pasos todos los días no se hicieron esperar. Es que para aquellos que vivimos del lado norte de la ciudad, tener que trabajar o desplazarnos por trabajo hacia zonas más céntricas siempre nos supuso el engorro de vernos demorados por el tren en maniobras a veces por largos periodos de tiempo, y las medidas de cierre de los pasos reforzaron esta situación que muchos vivimos realmente con tedio.
Pero encontrarnos la ciudad “dividida” no es un hecho aislado, fortuito y extraño de los momentos que se viven. Vale recordar que desde fines del siglo XIX, hasta que se iniciaron las obras del levantamiento de las vías del ferrocarril Central en 1941 un murallón dividía la ciudad desde calle Ameghino hasta su cruce con el BAP en la periferia urbana. Esta segregación de espacios de la ciudad, genero desarrollos y prácticas de sociabilidad paralelas, y afianzo identidades diferentes entre los habitantes de Villa Talleres y barrio Belgrano con respecto al resto de la ciudad.
Para quienes nacimos “del otro lado de las vías” el reclamo por pasos sobre nivel, bajo nivel, o cualquier alternativa que permitiera superar esta separación se remonta fácilmente a 80 años atrás. La medida de la Municipalidad (acertada o no, no es esa la cuestión acá) pone de manifiesto esta vez en medio de una coyuntura sanitaria, los problemas de movilidad, seguridad, salud y comunicación que supone al día de hoy, las vías y la actividad ferroviaria, cara y ceca de un componente fundamental en nuestra identidad como juninenses.
