Tal como lo hicieron días pasados los ex veteranos de Malvinas y la comisión directiva del Club Sarmiento, la Comunidad Asperger de Junín llamó a los vecinos a solidarisarse con quienes se ven afectados por la utilización de pirotecnia sonora y a respetar la ordenanza 7246, sancionada en septiembre pasado.
En el caso de las personas con autismo, los estruendos y estampidos suelen generar ataques de pánico, crisis de llanto y otras alteraciones, provocando malestar en ellos y entre sus familias.
«Se aproximan estas fechas y realmente es una tortura para nosotros, porque para nuestros niños los estruendos son aterradores», afirmó Mariángeles Garay, mamá de dos chicos con autismo.
«Los chicos tienen una sensibilidad auditiva extrema y la pirotecnia les provoca crisis de pánico y una desregulación muy importante», agregó y contó que, durante los festejos de Navidad y Año Nuevo, las familias de niños con autismo deben tomar medidas adicionales para protegerlos y evitar el miedo que les genera la utilización de dichos artefactos.
En este sentido, expresó: «La Navidad es una noche de paz, para pasarla en familia y de manera tranquila. Pero, obviamente, con pirotecnia es imposible, porque uno tiene que aislar al chico, ponerle auriculares, subir el volumen del televisor y eso termina impidiendo que disfrutemos de la noche».
Por otro lado, Garay recordó que los estruendos no sólo afectan a los niños con autismos, sino también a adultos mayores, ex veteranos de guerra, personas enfermas y a los animales, muchos de los cuales se pierden durante las fiestas.
«La pirotecnia está asociada a la diversión, pero yo creo que hay muchas formas de divertirse sanamente y sin perjudicar a los demás», expresó y recordó que, además, su incorrecta manipulación puede causar quemaduras y otras lesiones.
«Más allá de la ordenanza, que es super importante, es fundamental que la gente tome conciencia y se solidarice no solamente con nosotros, sino con todas las personas a las que los estruendos los afectan».
