Por Juan Manuel Sequeira, ex concejal, Referente Socialista en Junín Bicentenario
Pablo Petrecca llevó siempre como principal mensaje en toda su carrera política, , que iba a ser la voz y la representación del ciudadano juninense. Ese fue, podría decirse el lema o premisa que le impuso a sus campañas, desde sus comienzos, que lo llevaron primero a ocupar una banca en el Concejo Deliberante y luego a la Intendencia.
Con el tiempo, esa «voz» se transforma en el referente en la ciudad de un modelo que ha aumentado en 1.490% la electricidad, 1.290 % el gas y otro tanto el combustible, con altísima incidencia en el bolsillo de todos los trabajadores en todos los segmentos, públicos, y privados, sin distinciones.
Ese golpe al poder adquisitivo y al asalariado, en cada trabajador, tiene una alta incidencia a la hora de dividir los porcentajes del salario.
En una recorrida habitual por los barrios, hablaba con una pareja joven de la ciudad, afincada en un sector que se está desarrollando, con mucho esfuerzo propio, y tienen un sueldo total aproximado de 40 mil pesos, pero me contaban que el 8% de sus sueldos lo tenía destinado a trasladar a sus hijos a la escuela, al club, a las actividades que cada uno de ellos desarrollaba. Lógicamente, pocos hogares juninenses, tienen la suerte de contar con ese ingreso total. Con el agravante de ser una ciudad que no cuenta con el transporte público de pasajeros, una promesa incumplida desde hace dos años, y que fue reiterada en el último mensaje pronunciado al dejar inaugurado el período ordinario de sesiones del Concejo Deliberante.
Peor aún, entonces, es la situación social de la ciudad. Este gobierno y el modelo al que representa el actual intendente de Junín, Pablo Petrecca, tiene como premisa la transferencia descomunal de dinero a las grandes corporaciones.
Todo tiene que ver con el pensamiento y la mirada de qué Argentina deseamos, de quienes deben hacer el esfuerzo y quienes deben tratar de contener a las familias juninenses.
Por más que Petrecca se vista como un tierno padre de familia que busca salir delante, en realidad es el representante de ese pensamiento político que gobierna el país y que busca destruir al tejido social nacional y eso se está sintiendo fuertemente en cada calle de la ciudad.
Todo esto quedó en evidencia el jueves último, cuando cerró las puertas del Palacio Municipal, de la casa que es de todos, cuando los trabajadores que tanto dice comprender, lo único que buscaban era entregarle un petitorio para expresar su más profunda preocupación por la insensibilidad que hasta ahora se viene demostrando en las negociaciones paritarias.
Además, y con la misma gravedad, llevó a «militarizar» el Palacio Municipal y sus alrededores, inclusive disponiendo como «reserva» a una fuerza de choque de la policía, que la mantuvo «escondida» en las cercanías. Algo que nos trae a la memoria los incidentes ocurridos en diciembre pasado en el Congreso Nacional cuando se produjeron los gravísimos incidentes en oportunidad de tratar la reforma jubilatoria y laboral.
El intendente debe elegir y sincerarse de una vez por todas y definir a quien representa: Si a este proyecto político macrista que está empobreciendo a los argentinos o a los juninenses que con su voto lo llevaron a ser el jefe de Gobierno de Junín. Si elige por esto último, entonces debe abrir las puertas de la casa de todos y ponerse a la cabeza de los reclamos e inquietudes y los padeceres de todos los juninenses, algo que hasta ahora no ha ocurrido.