Mientras en algunas estaciones de servicio despachan a los clientes sin brindarles el servicio, en otras se forman largas filas de vehículos esperando tener algo de suerte. Algunos lo hacen por temor a no conseguir y terminar con el tanque en cero, otros, sobre todo por cuestiones laborales tratan de entender qué está pasando. En Junín, una recorrida realizada en las últimas horas e información recogida en algunas de las expendedoras permite advertir una situación dispar con un punto en común: el problema se profundiza. Algunas estaciones venden por cupo, otras no tienen porque no reciben o les llegan menos cisternas de lo habitual.
En algunas YPF, se han formado largas filas y llegan a rechazar clientes por falta de combustible mientras están a la espera de “la llegada de algún camión”. Otra de las fuentes consultadas explica que “no nos mandan. Trabajan por cupo y estamos a fin de mes, con un recorte del 40 por ciento de entrega en estaciones. En cuatro horas no nos queda nada. Nosotros somos los que ponemos la cara y nadie da explicaciones. Y quiero aclarar, no tenemos combustible escondido. Se está trabajando con el stock de la estación a cero.
EN EL PAÍS
El problema se repite en todo el país, en algunas provincias más que en otras. Con un agregado que es el de la variación en los precios. Córdoba, por ejemplo, ya tiene estaciones con el cartel “isla cerrada” cuando ya no les queda combustible y en otras, la venta es con cupo. “No están mandando nafta las petroleras porque ahora los dejan exportar con un dólar, tipo el “soja”, que un poco sale CCL y otro oficial… ¿Qué nos van a vender a nosotros si un litro de nafta en una isla sale menos que un litro de agua en el shop de la estación”, explicó un propietario de estaciones de servicio de Córdoba.
Consultados estacioneros locales consideran que la falta tiene directa relación con el retraso del precio frente a la inflación y el valor en dólares. La lectura es simple. Hoy, la nafta en nuestro país está a unos 30 centavos de dólar oficial y la brecha presiona para que vecinos de países limítrofes crucen a nuestro país. Y se entiende porque por ejemplo, en Chile, el combustible está a un dólar y medio y en Uruguay a dos dólares. No es lo que aseguran desde YPF. Al ser la petrolera estatal –justifican-, los precios se mantienen bajos por decisión del gobierno nacional, crece la venta y los stock se liquidan más rápido. Sea cual fuere la explicación, al usuario le preocupa la falta de combustible, sobre todo cuando los vehículos se utilizan para trabajar.
YPF
Todo se define en las oficinas de la sede de YPF en Puerto Madero. Desde ahí, y por un sistema interconectado con sus estaciones de servicio (propias y las que da en consignación), se acciona la suba de sus combustibles. Para entender el mercado, YPF controla aproximadamente entre el 55 y 60 por ciento en el país. Tiene una red propia, Opessa, y otra, de los dueños de estaciones, Red 21 que venden a través de consignación. El Gobierno nacional había acordado un congelamiento de precios hasta el 31 de octubre, algo que finalmente no sucedió ya que YPF subió 2,7% el pasado lunes. Lo mismo hicieron los competidores y volvieron hacerlo el martes y el miércoles.