Eva María Duarte nació un día como hoy hace 100 años en la localidad bonaerense de Los Toldos -de acuerdo a todo lo que indica la tradición histórica-, en el seno de una familia «ilegítima», según los cánones de la época: era hija de Juan Duarte, un importante estanciero y político conservador de Chivilcoy, quien había formado una segunda familia con Juana Ibarguren, una costurera que vivía en la zona rural de General Viamonte.
Duarte e Ibarguren tuvieron cinco hijos, siendo Eva la menor. Los cinco vivieron junto a su madre en una de las estancias del hombre, según era una costumbre muy extendida en la época entre las familias acaudaladas.
Sin embargo, en 1926, la vida cambió para Eva y sus hermanos: Juan Duarte falleció el 8 de enero a causa de un accidente automovilístico ocurrido en el ingreso a Chivilcoy. Al conocer la noticia, toda la familia viajó hasta allí para participar del velatorio, pero fueron echados con escándalo: solo la intervención del entonces intendente, cuñado del fallecido, logró que pudieran acompañar el cortejo hasta el cementerio.
Allí comenzaron las penurias económicas de «Evita» y sus hermanos, que debieron trasladarse a una pequeña vivienda de Los Toldos, de apenas dos ambientes, donde en la actualidad se erige el Casa Museo Eva Perón, ayer reinaugurada oficialmente.
Estos hechos calaron hondo en la personalidad de «Evita», según ella misma escribió en «La razón de mi vida»: «para explicar mi vida de hoy tuve que ir a buscar, en mis primeros años, los primeros sentimientos. He hallado en mi corazón, un sentimiento fundamental que domina desde allí, en forma total, mi espíritu y mi vida: ese sentimiento es mi indignación frente a la injusticia», señaló.
En 1930, en tanto, la familia se mudó a Junín, ubicada a 50 kilómetros, donde Juana Ibarguren se estableció como costurera mientras los hermanos mayores comenzaron a trabajar, mejorando la situación económica de la familia. Eva, en tanto, cursó sus estudios primarios en la Escuela «Catalina Larralt de Estrugamou», terminando en 1934.
Al año siguiente, el 3 de enero, viajó para establecerse, sola y con apenas 15 años, en Buenos Aires, donde comenzó su carrera como actriz, que la llevaría, años después, a conocer a Juan Domingo Perón. Lo que sigue es historia conocida.