Se llama María Manuela Dotto, hoy tiene 84 años y se transformó casi sin quererlo en el ejemplo de que todo se puede…aunque a veces tarde en llegar ese objetivo anhelado en la adolescencia.
Participó de una primera maratón y con Junin24 recuerda el proceso que se inició en pleno festejo de fin de año, la noche del 31 de diciembre, rodeada de la familia y dispuesta a levantar la copa con el primer segundo del 2023.
Recuerda esa cena, cuando su nieta, Giuliana, contó que iba a correr su primera maratón nocturna.
Y entonces María les contó su historia, “desde chiquita era mi anhelo. Participar, pero nunca había podido hacerlo”. Así nació esta aventura en la que abuela y nieta se trazaron como objetivo realizarla juntas. Sería el 17 de febrero.
“Giuli me dijo que había caminata y me preguntó si me animaba. Y bueno, nos pusimos las pilas y ella me iba a acompañar hasta el día de la competencia”, recuerda María. Claro que no sería sencillo. Había que entrenar. Y se pudo. “Fue un mes y medio cargado de emociones, junto a todo un equipo y especialmente, al profe Juani. “Brillante porque además todos participaron de la experiencia”. “En los entrenamientos me recibieron muy bien. Juani y los demás integrantes del grupo, que eran todos jóvenes, asique me tenían como mascota” dice María que no puede evitar sonreír con un dejo de picardía.
EL ACOMPAÑAMIENTO
Como era lógico que sucediera, “la familia acompañó. Se pusieron todos contentos. Me dieron fuerza, me alentaron en todo momento” cuenta la protagonista de esta historia.
Inevitable fue que tanto durante los entrenamientos como con la maratón, la repercusión haya superado lo imaginable.
No sólo no es habitual que una mujer de 84 años se sume a una competencia de esas características sino que además, lo haga acompañada por su nieta, y termine teniendo gran repercusión sobre todo en las redes. María, que sabe que ha ocurrido, sobre todo por lo que le comenta la familia, les agradeció “a todos. Los conozca o no, los abrazo”.
LA META
Y aquello que comenzó como una conversación informal una noche de festejo familiar, tras un mes y medio de entrenamiento, terminó en competencia. Y la emoción de María recuerda el momento de la llegada. “No lo podía creer –cuenta-, llegamos sin parar y el recibimiento fue de todos. Pocos eran los que me conocían pero la gente estaba ahí”, festejando. Fue “algo inolvidable y cumplí un sueño que tenía desde hace 71 años. Nunca imaginé que podría. Lo volvería a hacer. Ahora me siento bien”.
Foto de Portada: Facundo Grecco para Diario Democracia