La justicia otorgó beneficios a los tres uniformados sobre quienes pesan graves imputaciones.

Tras varios planteos realizados por sus asesores letrados ente la justicia, finalmente lograron su objetivo y en la actualidad se encuentran monitoreados por dispositivos electrónicos, en sus domicilios. Mario Alfredo Orsi, Lucas Adrover y Horacio David Butten son, de acuerdo a lo investigado por la fiscalía a cargo de la Dra. Pamela Ricci, autores de una serie de ilícitos que comenzaron a desarrollarse la tarde del 1 de enero del año en curso.

LOS HECHOS
Como fuera oportunamente informado, a fines del mes de agosto pasado, los oficiales de la policía bonaerense que cumplían funciones en Comisaría Primera, fueron detenidos e imputados en una causa por Amenazas Coactivas, Falsedad ideológica y robo calificado en poblado y en banda. La investigación, dirigida por la titular de la fiscalía 4, Dra. Pamela Ricci también cuenta con la intervención de la Ayudantía Fiscal de General Arenales dado que el hecho investigado, comenzó en ese Partido, el 10 de enero del mismo año y las pesquisas se habían mantenido en reserva para evitar filtraciones.

EL 10 DE ENERO
La víctima es un taxista de nuestro medio que se vio en medio –y así está probado- de delincuentes comunes por un lado y tres efectivos de la Policía bonaerense que aprovechando sus uniformes, cometieron una serie de delitos. El 10 de enero del corriente, en una parada de taxis de Junín, se recibe un llamado de un presunto cliente que solicita el servicio. Un chofer debía trasladarse hasta Arenales, donde debía recoger un documento.

La primera sorpresa para el trabajador fue que en destino, una mujer –que estaba siendo víctima del Cuento del Tío- le entrega no un documento sino diez mil dólares y piezas de oro. Lo que ignoraba el taxista, es que el contenido del paquete era producto de un ilícito en pleno desarrollo. Al llegar a Junín, el hombre es interceptado por los efectivos policiales que conociendo que se había montado un operativo cerrojo para dar con el taxista, lo interceptan, se apoderan de los bienes, lo trasladan a Comisaría Primera y le hacen firmar, bajo presión y amenazas, una declaración testimonial que ellos mismos redactan.

A medida que la causa iba avanzando, comenzaron a surgir indicios y pruebas que no coincidían con esa testimonial. Con el correr de los meses, la fiscalía logró probar la maniobra de los funcionarios policiales y el verdadero calvario que estaba viviendo el taxista. Finalmente, en octubre pasado, fueron detenidos Butten, Adrover y Orsi y la causa siguió avanzando.

Ahora, a raíz de reiteradas presentaciones efectuadas por los abogados de los imputados, desde el Juzgado de Garantías a cargo de la Dra. María Laura Durante, les otorgaron beneficios ya que con dispositivos electrónicos, se encuentran en sus respectivos domicilios. Mientras tanto, la víctima, el taxista, que vivió un verdadero tormento, entre amenazas y amedrentamientos, aún tratar de recuperarse.

Fue víctima no sólo de delincuentes comunes. También de uniformados que haciendo valer el poder que les daba ser representantes de la ley, lo sometieron a un verdadero tormento como supo describir uno de los profesionales que le realizó una pericia psicológica dispuesta por la fiscalía interviniente.