La mitad de la población con ingresos por percibir salarios formales o informales, jubilaciones, pensiones, honorarios, rentas, prestaciones sociales o incluso “changas” por las que recibe un pago esporádico, percibió menos de 9.700 pesos por mes, incluyendo los que cobraron el medio aguinaldo. Las cifras fueron calculadas por el INDEC y corresponden al informe “Evolución de la distribución del Ingreso” de la Encuesta permanente de hogares (EPH) correspondiente al primer trimestre de 2017.
Proyectado a todo el país, estas cifras reflejan la situación de unas 12 millones de personas sobre un total de 24 millones, o el 59,4% de la población urbana total del país, que reciben algún ingreso mensual. En promedio el ingreso de los 24 millones de personas que declararon percibir algún tipo de ingreso es de $ 12.695 mensuales.
A su vez, la estructura de ingresos marca que el 50% de la gente con ingresos más bajos recibió el 20,6% de la “torta” y la otra mitad se quedó con el 79,4%. Y el 10% más “rico” absorbió el 31,6% equivalente a lo que percibió el 65% de ingresos menores. Y 22 veces más que el 10% más pobre.
Estas cifras explican los altos niveles de pobreza que se mantienen año tras año porque, aún trabajando en relación de dependencia o por cuenta propia, los ingresos no alcanzan para comprar una canasta básica. Y también la distribución desigual del ingreso.
Estos números no pueden compararse con las de un año atrás porque el INDEC retomó estas mediciones a partir del segundo trimestre de 2016. No obstante, la medición del primer trimestre tiene pocas diferencias con las tres anteriores, básicamente por diferencias por la estacionalidad.
Las anteriores cifras oficiales de Distribución del Ingreso — que llegan hasta el segundo trimestre de 2015- fueron interrumpidas por las actuales autoridades por las sospechas de manipulación a partir de comienzos de 2007 de los distintos indicadores.
Si se desciende algunos escalones, el 30% de la población con ingresos – suman 7,2 millones de personas- cobró menos de $ 6.000 mensuales, mientras el 10% percibió apenas menos de $ 3.000.
En tanto, de los que están ocupados en una actividad laboral formal o informal, asalariada o no, la mitad cobró menos de $ 10.000 mensuales. Proyectado a todo el país son 16 millones de personas. En promedio, el ingreso del total de los ocupados fue de $ 12.305.
Si se considera solo a la población asalariada, los que están registrado tuvieron un ingreso promedio de $ 15.518 y los que se desempeñan en negro apenas $ 6.919. Los asalariados informales representan el 33,3% del total, pero llegan al 50% entre el 60% de los trabajadores que menos ganan. La informalidad laboral, ya hace tiempo, es un rasgo estructural del mercado laboral argentino.
Tomando en cuenta los ingresos de los hogares, donde pueden existir uno o más ingresos de los integrantes del grupo familiar, casi un tercio de las familias percibió menos de $ 12.200, mientras el ingreso promedio fue de $ 23.468.
De estos bajísimos niveles de ingresos y su comparación con el valor de la canasta básica, el INDEC midió una pobreza del del 30,6% en la segunda mitad de 2016.