El objetivo fue informar sobre los derechos del consumidor y el usuario, además de concientizar sobre las distintas alternativas que tienen para cobrar sus haberes jubilatorios. La actividad también incluyó la entrega de bolsas biodegradables, con el objetivo de seguir alentando su consumo en lugar de las bolsas plásticas.
Al respecto, la Karina Barucca, titular de la dirección de Adultos Mayores, comentó: «Esta es la segunda jornada que organizamos junto a la OMIC en el Banco Industrial. Estamos informando y concientizando al adulto mayor. También les damos bolsas biodegradables con folletos para que tengan información sobre cómo evitar las largas colas cuando vienen a los bancos. La idea es cuidarlos y aconsejarlos respecto de cuáles son las otras opciones, como por ejemplo usar la tarjeta de débito, ya que con una sola compra que hagan al mes estarían renovando lo que es el certificado de supervivencia».
«También nos entrevistamos con Claudio Avalle, gerente del Banco Industrial, quien nos asesoró sobre las diferentes opciones que tienen y que nosotros lo volcamos en el folleto. Además, le informamos del trabajo que estamos haciendo desde la dirección y les pasamos nuestros teléfonos para que se puedan comunicar ante cualquier duda o consulta», dijo Barucca.
Por su parte, el Dr. Fernando Scanavino, director de Defensa del Consumidor y el Usuario del municipio, expresó: «Desde el año pasado comenzamos a visualizar que la atención a los adultos mayores en determinados bancos era compleja. Con el Banco Industrial hay un buen diálogo y tratamos de mejorar la atención. Hay gente que no podemos exponerla por la edad que tiene y seguimos trabajando junto a las entidades bancarias para reforzar esta temática. Cada vez que venimos les informamos a los jubilados cuáles son sus derechos y cómo tienen que hacer para reclamar».
Además, agregó que «los adultos mayores saben que es una gestión abierta y que los va a escuchar. Hoy nos hacemos presentes una vez más en la calle y los resultados son muy buenos. Podemos avanzar y vemos que ellos toman cada vez más conciencia de sus derechos. Esto es muy positivo. Estar cara a cara es muy bueno y, más allá de la oficina, poder acompañarlos es interesante para charlar de diferentes cuestiones. Hay muchos que no conocen lo que hacemos en la oficina y esta es una buena oportunidad para comentarles qué pueden hacer ante diferentes circunstancias».
