El Paraje Víbora Blanca es una comunidad Quom donde viven 32 familias aproximadamente. El mismo se encuentra a unos 45 kilómetros dentro del monte chaqueño.
Hasta allí se acercaron voluntarios de la organización oriunda de Morse para compartir por 10 días actividades con los mas pequeños y conocer a las familias para la elaboración de futuras intervenciones.
La tarea se llevo a cabo en la Escuela Primaria del Paraje, donde los voluntarios se instalaron durante la jornada.
Asistían alrededor de 40 niños Tobas todos los días, a desayunar, almorzar y merendar. Además realizaban juegos, leían y dibujaban.
Al respecto uno de los voluntarios manifestó: “Fue una gran experiencia que nos dejo un gran vacío al ver que la ayuda aquí no alcanza, es muy fuerte lo que vive cada familia.”
Además destaco: “ Creemos que este tipo de voluntariados no solo potencia nuestras ganas de hacer sino que además nos permite ayudar en otros lugares de la Argentina.
Elegimos este paraje de Chaco porque ya habíamos estado en otra oportunidad pero por muy poquitos días; esta vez fue distinto: nos instalamos por 10 días en la comunidad Toba, vivimos con ellos y aprendimos a trabajar juntos. Como voluntario creo que este es el camino, generar vínculos y luego gestionar para transformar, también enseñar y obviamente siempre aprender. Por un lado nos queda la tristeza al saber que falta mucho por hacer pero también la esperanza de que muchos niños y adolescentes quieren terminar sus estudios y ser profesionales, en eso seguiremos trabajando, ya que muchos de ellos serán la primera generación en lograr algo así”
Los jóvenes donitenses basaron su trabajo principalmente en los niños de la comuna, enseñándoles a través del juego, además conocieron las necesidades de las familias por las diferentes charlas con referentes del lugar. Para finalizar pintaron la plaza de juegos con los mismos niños, apostando a que sean ellos mismos los que transmitan a las demás generaciones la obligación de cuidar los espacios comunes.