La Organización DON ITO ya hace un largo tiempo que viene desarrollando talleres en su sede ubicada en calle Hipólito Irigoyen 539, donde los principales asistentes son los jóvenes del Centro de Contención aunque aseguran que en algunas oportunidades se suman vecinos/As interesados en algunos espacios de taller.
Según aseguraron a través del taller de Carpintería han realizado roperos, muebles y bibliotecas que entregaron a familias e instituciones.
Al respecto el joven voluntario, Pablo Rodríguez, señaló: “En esta oportunidad, y a raíz de la pandemia, los talleres han reducido la asistencia, solo pueden estar presente dos personas mas el encargado de realizarlo, sin embargo eso no fue impedimento para el normal desarrollo de nuestro trabajo. Lo ultimo que se realizó fueron tres modulares para la casa de Abrigo F. Legarra, una biblioteca para el comedor “Los Chiquitos”, un placard para una familia de barrio Villa del Parque, una baulera para una familia del Barrio Petit France y repisas para el armado de nuestro ropero comunitario. Hoy los chicos junto a Marcelo Commisso, están en proyecto el armado de una biblioteca que irá con libros a un nuevo comedor, ya que la idea en un futuro es brindar apoyo escolar y es necesario tener material bibliográfico, también cumplir con la demanda de modulares que tenemos encuestadas en nuestras visitas barriales.”
Cabe destacar que la organización obtiene las maderas de las donaciones de Naldo Lombardi y algunas herramientas las donó la Diputada Provincial Valeria Arata. Por otra parte la primera parte del taller la brindó el joven Juan Figueroa y actualmente lo hace el Sr. Marcelo Commisso.
Para finalizar, Rodriguez señaló: “Desde nuestra organización estamos muy convencidos que estos talleres más allá del fin solidario que tienen, sirven como una herramienta para el futuro de estos chicos que pasan por el contención; nos pasa que nosotros seguimos siempre en contacto con los que se van, y muchos realizan algo de lo que aprendieron, comúnmente lo del taller de cocina por una cuestión de que no necesitan herramientas muy costosas, pero en fin les sirvió para luego recibir un ingreso y además hicieron una obra de bien. Para terminar quiero agradecerle a Marcelo Commisso y Juan Figueroa que nos han brindado su tiempo para el desarrollo del espacio, a Valeria Arata que siempre está predispuesta a darnos una mano y a Guada de Naldo que nos tiene siempre presentes.”
