En su lucha por frenar la propagación del coronavirus en Junín, las autoridades municipales se toparon con un escollo que no estaba en los planes y que tuvo que ver con el traslado de reclusos a la UP 16 que llegaron provenientes de otras cárceles de la provincia de Buenos Aires en los que hay un grado mayor de circulación comunitaria del COVID-19.
La toma en conocimiento de esta situación no solo generó gran preocupación entre los vecinos, que temen sea la puerta de entrada a nuevos casos de coronavirus en la ciudad, sino también disturbios en la propia unidad penitenciaria.
Es por eso que el intendente Pablo Petrecca se sintió en la necesidad de expresarse a través de las redes sociales, para exponer cuál es su posición al respecto. «En el día de ayer me comuniqué con las autoridades provinciales para manifestarle mi rotundo rechazo al envío de reclusos a Junín provenientes de cárceles ubicadas en zonas con circulación comunitaria de COVID-19», escribió.
Detalló, además, que desde la provincia se comprometieron a reveer la situación a la vez que a realizar controles estrictos y hacer un seguimiento médico específico a los internos que fueron trasladados.
«No obstante esto, le pedí a mi equipo de salud realizar junto al Comité de Crisis Sanitario, un informe con indicaciones preventivas, para ser entregado a las autoridades de las Unidades Penitenciaras. También solicité evaluar la necesidad de hacer un test a cada interno», agregó.
Comunicó también que desde el municipio se hizo entrega de elementos de seguridad e higiene, para que los internos «puedan cumplir el aislamiento con las medidas de prevención que corresponden».