Qué ganas de que no se terminara nunca. Aunque se nos entumecieran manos y pies en la noche helada. Aunque tuviéramos que trabajar de madrugada. Aunque Sofía D’Ambrosio se nos quedara al borde del ataque de tos. Qué ganas de que no se terminara nunca, porque dio gusto ver jugar a una Selección de Junín que tuvo hoy cuatro despedidas que ya se están haciendo extrañar.
Ante Chivolcoy, en la cancha de Newbery, fue triunfo 3-0 para Las Fortineras, que así terminaron invictas y con puntaje perfecto su participación en la Zona B del Torneo Provincial de fútbol femenino.
El partido empezó accidentado. Apenas habían pasado dos minutos cuando Melany Santillán, la arquera de Chivilcoy, quedó tendida en el suelo tras ir a buscar una pelota abajo. Tras ser atendida por los médicos, fue trasladada al hospital y minutos más tarde se confirmó que había sufrido una pequeña fractura en el peroné.
Tras la reanudación del juego, Junín tardó casi nada en tomar ventaja en el marcador gracias a un golazo de su capitana Lucía Mansilla, Siempre endiablada por la izquierda, recortó hacia adentro para burlar su marca y metió un zurdazo que se clavó al ángulo, en el primer palo.
A los 15 minutos se produjo la jugada que mejor explica cuánto va a extrañar la Selección a su tridente de ataque: Garialdi y Mansilla se encontraron en una pared en velocidad y la 10 terminó asistiendo hacia el medio para el ingreso de Sofía D’Ambrosio, que apenas tuvo que empujar para salir a celebrar el 2-0.
A punto estuvo Garialdi de clausurar la cancha de Newbery. Dejó la pelota muerta a sus pies, entró al área a pura gambeta y lo mismo hizo con la arquera, que quedó desparramada. Pero Melina se apiadó de todos nosotros, que queríamos seguir viéndolas por siempre, y su definición final terminó dando en el travesaño, tras un leve desvío en una defensora.
Con Las Fortineras maneando trámite y resultado en el segundo tiempo, el entrenador Sergio Barbagelata entendió todo y fue sacando a Mansilla, D’Ambrosio, Garialdi… Para que recibieran el último aplauso.
A todas las que decían adiós menos a Romina Paye, que se había puesto la cinta de capitana y no quería irse sin su gol. Y llegó a dos minutos del final del partido. De cabeza, ¡cuándo no! Para cerrar el 3-0 definitivo.
Hubiésemos querido que no se terminara nunca, pero ellas también se merecen seguir buscando sueños en un torneo de AFA con tanta visibilidad en todo el país. Las seguiremos de cerca, a ellas y a las que se quedan poniéndole el alma a una Selección de Junín que se reinventará.
Jugadoras como Daiana Toval, Ludmila Reynoso, Nadia Ramírez y Pipa Gaveglio asumirán el rol de líderes. Y pedirán mayor protagonismo las más pibitas, con futuro inmenso, como Belén González, Valentina Bortel, Camila de las Vecillas y Milagros Falasconi.
Ustedes no se olviden de jugar. Nosotros vamos a seguir bancando.
